«Zorro» volador robótico: El asombroso murciélago robot de Festo

La última vez que hablamos sobre Festodescubrimos a su más reciente creación, un robot inspirado en la araña acróbata Cebrennus rechenbergi que puede rodar además de correr. Ahora, si hay algo que debemos reconocer de esta compañía alemana es que no se duerme en los laureles, y menos de un mes después llega el turno de BionicFlyingFox, robot basado en los famosos zorros voladores o murciélagos de la fruta. Posee más de dos metros de envergadura, y una membrana especial en las alas le permiten mantener su peso por debajo de los 600 gramos.

Los murciélagos de la fruta se han vuelto muy populares en la Web gracias a varios GIF animados y vídeos que los enseñan comiendo bananas, envueltos en toallas, y hasta con chupones. En algunos casos parecen pequeños cachorros, derritiendo corazones alrededor del mundo. Sin embargo, no hay que dejarse engañar: Más allá de su potencial como reservorios de diferentes patógenos, los murciélagos de la fruta poseen un rol crítico en la distribución natural de muchas plantas, y al mismo tiempo son una fuente de inspiración para otros desarrollos. Eso nos lleva una vez más a los laboratorios de Festo, que acaba de presentar a su nuevo BionicFlyingFox:

Con 228 centímetros de envergadura, 87 centímetros de largo en su cuerpo y apenas 580 gramos de peso, las especificaciones del BionicFlyingFox son impresionantes, pero la verdadera joya de la corona no es otra más que la membrana utilizada en sus alas. Se trata de una superficie tejida de elastano (spandex) que adopta una estructura de panal de abejas para evitar pequeñas fisuras que la hagan más grande con el paso del tiempo. El elastano está soldado en 45.000 puntos, y su elasticidad natural virtualmente elimina las arrugas, aún cuando sus alas se encuentran cerradas. Aún si la superficie sufre daños menores, el BionicFlyingFox puede seguir volando.

El vuelo de este murciélago robótico ha sido clasificado por Festo como semi-autónomo, ya que se comunica constantemente con un sistema de rastreo basado en dos cámaras infrarrojas, y una inteligencia artificial que calcula los planes de vuelo y envía a BionicFlyingFox los algoritmos necesarios para que lleve a cabo sus maniobras con mayor eficiencia. ¿La única incógnita? Festo se guardó los detalles sobre su batería, por lo que no sabemos cuánto tiempo permanece en el aire…

Neoteo