UNIVAC, la computadora que inspiró a Asimov

¿Cuántas veces has perdido tu smartphone en tu propia casa? Es normal perder algo que cabe en la palma de tu mano. Pero en los años 50, las computadoras necesitaban una sala entera para colocar todos sus componentes.

No es fácil seguir el árbol genealógico de alguien. Más pronto que tarde llegamos a un punto muerto en que desconocemos el nombre o procedencia de un tatarabuelo y no podemos investigar más.

Con la tecnología ocurre lo mismo, y es que a pesar de que algunos inventos electrónicos tienen unas pocas décadas de vida, en ocasiones se solapan proyectos similares y no sabemos muy bien cómo empieza algo o a quién atribuir el mérito de un invento. Un ejemplo, la histórica disputa sobre si el padre de la radio es el italiano Marconi, el serbio americano Tesla o el ruso Popov.

En otros casos, no sabemos dónde marcar la línea de inicio. En el caso de la computación, ¿cuál fue el primer ordenador? ¿La calculadora mecánica del alemán Wilhelm Schickard de 1623? ¿La máquina lógica de Charles Mahon de 1777? ¿La máquina de Turing de 1936? ¿La Z3 de 1941?

La máquina de cifrado Christopher de Alan Turing en su recreación para la gran pantalla. Autor: Jack English / The Weinstein Company

En este artículo trazaremos la fina línea que dio inicio a la computación comercial, que si bien al principio no estaba al alcance de cualquier hijo de vecino, sí podían beneficiarse instituciones públicas o grandes empresas.

UNIVAC es posiblemente el nombre más emblemático de computadoras electrónicas que salieron al mercado y que popularizaron la informática entre el público hasta el punto de influir en la ficción y en autores tan prolíficos como el propio Isaac Asimov.

Obviamente, no podemos decir que UNIVAC diera paso a la computadora personal directamente, pero sin éste primero, la computación doméstica no hubiera existidoy hoy en día no andaríamos buscando un smartphone del tamaño de nuestra mano, infinitamente más potente que el primer UNIVAC y que seguramente hayamos perdido entre los cojines del sofá.

Al principio fue ENIAC

Antes de empezar, hay que decir que UNIVAC es el acrónimo de UNIVersal Automatic Computer o Computadora Automática Universal. Buen nombre para una serie de armarios repletos de tubos de vacío, una mesa de control repleta de luces y botones, armarios con metros y metros de cinta magnética. Más de 7 toneladas de maquinaria que costaba la friolera de un millón de dólares de la época.

Pero antes del primer UNIVAC I, que fue adquirido por la oficina del censo de Estados Unidos en marzo de 1951, existió ENIAC.

ENIAC, acrónimo de Electronic Numerical Integrator And Computer, fue una de las primeras computadoras electrónicas de propósito general, es decir, en función de la programación que se le aplicara podía realizar una u otra tarea. Como curiosidad, la primera computadora de este tipo fue la alemana Z1.

Sus padres fueron los ingenieros John Presper Eckert y John William Mauchly, que presentaron el computador en 1946. Su función principal fue calcular tablas de tiro de artillería en el Laboratorio de Investigación Balística del Ejército de Estados Unidos.

ENIAC ocupaba 167 metros cuadrados, pesaba 27 toneladas y podía realizar hasta 5.000 sumas y 300 multiplicaciones por segundo. Funcionó de 1946 a 1955, momento en que desconectado.

La llegada de UNIVAC

ENIAC supuso una gran innovación para la computación, que hasta ese momento se empleó de forma exclusiva en proyectos militares.

Pero con la serie UNIVAC, las computadoras se abrieron a empresas y otras organizaciones públicas más allá del ejército. Bueno, siempre y cuando pudieran hacerse cargo de su precio, de sus costes de funcionamiento y contaran con ingenieros y operarios cualificados.

La paternidad del primer UNIVAC, UNIVAC I, se le atribuye a John Presper Eckert y John William Mauchly, responsables de su antecesor ENIAC, y fueron construidas por la empresa Remington Rand. Su lanzamiento fue en 1951 pero no fueron los primeros, ya que los británicos se les adelantaron por poco más de un mes lanzando su Ferranti Mark 1.