Un equipo de investigadores liderado por la Universidad de Houston, en Estados Unidos, ha desarrollado un innovador modelo de sistema de transporte combinado, basado en el uso de superconductores para trasladar personas, cargas y energía al mismo tiempo, a través de una red de alta velocidad. Dicha red podría integrar vehículos particulares, de transporte público y de carga, además de almacenar y transportar hidrógeno licuado, considerado como una de las principales fuentes de energía limpia hacia el futuro.
Las superautopistas del futuro
El nuevo concepto de “superautopista” integrada ofrecería beneficios económicos y ambientales que impactarían directamente en el tráfico urbano, el tránsito de personas, el transporte de mercancías y la transmisión y el almacenamiento de energía de próxima generación. Cada uno de esos temas son aspectos cruciales a resolver en las ciudades inteligentes de las próximas décadas, y también son vitales para garantizar la sostenibilidad de las grandes urbes mundiales en un futuro cercano.
En términos generales, la superconductividad es la capacidad intrínseca que tienen algunos materiales para conducir corriente eléctrica sin resistencia ni pérdida de energía, bajo ciertas condiciones específicas. Uno de los usos más importantes que ha tenido este concepto en las últimas décadas son los trenes de levitación magnética o Maglev, que son impulsados por superconductores a través de una red vial especialmente adaptada: en China, alcanzan una velocidad máxima de 431 kilómetros por hora.
De acuerdo a una nota de prensa, los investigadores a cargo del nuevo estudio sostienen que el sistema combinado que han diseñado no solo reduciría los costes de operación de cada sistema implicado por separado, sino que también proporcionaría una forma de almacenar y transportar energía limpia. Se utilizaría hidrógeno licuado, que enfriaría la guía del superconductor a medida que se almacena y transporta, lo que eliminaría al mismo tiempo la necesidad de un sistema de tubería especializado por separado.
Los investigadores han demostrado una manera de reducir los costes y mejorar los sectores de transporte de energía, tránsito y circulación de la población mediante el uso de superconductores, para mover personas, carga y energía en forma combinada a lo largo de la infraestructura vial existente. Crédito: Universidad de Houston / YouTube.
A velocidades increíbles
Según explican los especialistas en un artículo científico publicado recientemente en la revista APL Energy, el nuevo sistema estaría compuesto de una serie de capas y secciones, que actuarían integradas para permitir el transporte de distintos tipos de vehículos, cargas y energía. En una red subterránea viajaría o se almacenaría el hidrógeno licuado, mientras que una superautopista ubicada en la superficie podría aprovechar la infraestructura vial ya existente y conectarse con otras vías secundarias, ubicadas en las cercanías.
Por ejemplo, un vehículo particular podría “acoplarse” a la superautopista y viajar a velocidades de alrededor de 650 kilómetros por hora, gracias a trenes de rodaje magnetizados que le permitirían levitar. Al mismo tiempo, por otro carril podría trasladarse de la misma forma un camión de carga o el transporte público, mientras por debajo se distribuye la energía. Al salir de estas vías de levitación, cada vehículo puede seguir su viaje con métodos tradicionales de propulsión.
Referencia
A multifunctional highway system incorporating superconductor levitated vehicles and liquefied hydrogen featured. Vakaliuk et al. APL Energy (2023). DOI:https://doi.org/10.1063/5.0139834