Una investigación intestinal profundiza en los problemas de obesidad

Al profundizar en los problemas del metabolismo, un equipo de investigación ha descubierto que la capacidad de detección de nutrientes de las células enterocromafines (EC) -que recubren el tracto gastrointestinal y son la fuente de casi toda la serotonina del organismo- ha cambiado en ratones bajo la influencia de la obesidad y la enfermedad metabólica inducidas por una dieta alta en grasas.

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La Dra. Alyce Martin forma parte del grupo de investigación de la Universidad Flinders, bajo la supervisión del profesor Damien Keating, que hizo este descubrimiento. Su artículo se publicó en la revista Neurogastroenterology & Motility.

“Nuestro nuevo trabajo publicado se basa en trabajos anteriores, que mostraban que las células EC que producen serotonina en el intestino actúan como células sensoriales importantes dentro de su entorno”, dice el Dr. Martin. “También se basa en un trabajo nuestro en humanos que muestra que el número de células EC duodenales y la serotonina circulante son superiores en personas obesas”.

A pesar de las funciones metabólicas conocidas de la serotonina derivada de los intestinos, siguen sin conocerse las causas subyacentes del aumento de la serotonina en la obesidad y la diabetes.

Sin embargo, el Dr. Martin dice que la nueva investigación ofrece nuevos conocimientos sobre los mecanismos por los que se producen cambios funcionales en las células EC, que pueden contribuir a la alteración de la serotonina circulante que se observa en la obesidad y las enfermedades metabólicas, y los trastornos gastrointestinales asociados, como la gastroparesia y las náuseas.

“Ya hemos demostrado que estas células tienen la capacidad de percibir y liberar serotonina en respuesta a nutrientes seleccionados en condiciones sanas, lo cual depende de su ubicación en el intestino”, dice el Dr. Martin. “Ahora hemos demostrado que la detección de nutrientes por parte de estas células, así como el número de estas, se ve afectado por la dieta en un modelo obeso y diabético”.

El nuevo artículo también se basa en un importante estudio de los investigadores de Flinders, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science en 2019, que demostró que las bacterias intestinales se comunican con las células EC, para impactar en el metabolismo incluso en condiciones sanas. Esta fue la primera evidencia que permitió destacar la serotonina derivada del intestino como una vía por la cual las bacterias impactan en el metabolismo.

La actividad de la serotonina derivada del intestino en estos procesos metabólicos tiene implicaciones directas en trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes de tipo 2.

El trabajo adicional actual de los investigadores de Flinders consiste en observar cómo la serotonina de las células EC influye en la motilidad intestinal, examinando también cómo estas células EC responden a la estimulación mecánica y se comunican con las neuronas del intestino como parte del eje cerebro-intestino.

“Estamos progresando en varios frentes para comprender la relación dinámica que las células EC productoras de serotonina tienen con su entorno intestinal, para finalmente impactar en los procesos fisiológicos como la función intestinal y el metabolismo”, dice el Dr. Martin.

NCYT