El innovador vehículo puede alcanzar una velocidad de 96 km/h y volar a una altitud máxima de cinco metros. Eso sí, los creadores de la máquina aclaran que este límite se programó por razones de seguridad pero que el usuario puede superarlo.

La moto pesa 114 kg y la duración de vuelo depende del peso del conductor. Según informa la compañía, gracias a la batería híbrida de litio, manganeso y níquel, la Hoverbike puede volar durante unos 25 o 30 minutos.

También tiene el modo de vuelo no pilotado con el que puede permanecer en el aire hasta 40 minutos. Una de las cosas más destacables de esta moto voladora es su gran nivel de practicidad.

Se puede despegar desde una plaza de aparcamiento estándar y gracias a sus dimensiones se puede meter por una puerta normal. De hecho, la Policía de Dubái ya hizo un pedido y sus agentes están recibiendo la formación necesaria para pilotarlas.

Lo mejor es que la moto está disponible para todos, o mejor dicho, para quienes tengan el dinero: lo único que hace falta es realizar un depósito de 10.000 dólares para pedirla. El costo total asciende a los 150.000 dólares.

De acuerdo con la compañía, desde el momento de la reserva hasta la entrega existe una demora que va de dos a seis meses. La aeronave cumple con los requisitos de la Administración de Aviación Federal de EEUU y se la considera un vehículo ultraligero, lo cual hace posible su uso sin licencia de piloto.

Si bien la compañía Hoversurf se encuentra en California, fue fundada por el ruso Alexandr Atamanov, quien siguió los pasos de su padre ingeniero de la aviación. Este joven ya ganó numerosos premios nacionales en reconocimiento a su contribución a la innovación tecnológica en Rusia.

Sputnik