En julio pasado, los guardabosques del Parque Nacional de Grand Teton, situado en los límites del Parque Yellowstone (EEUU), se vieron obligados a cerrar varias áreas al descubrir que estaban apareciendo grietas en las rocas, publicó el portal Jackson Hole News & Guide. Las grietas tienen unos 30 metros de largo y se extienden a lo largo de toda la pared rocosa. El riesgo de erupción del llamado súper volcán vuelve a atraer la atención de la comunidad internacional.

Desde Science Alert advierten que no hay motivo para alarmarse y que las grietas que han aparecido no indican que todo acabara saltando por los aires. Es más bien el resultado de la actividad geológica propia de la zona. Los geólogos observan de cerca la evolución de la cámara de magma y han asegurado que “no es más que Yellowstone siendo Yellowstone”.

Asimismo, los datos de la estación de sismógrafos de la Universidad de Utah, EEUU, informan que una serie de 144 terremotos golpearon el 11 de agosto la región del supervolcán.

Sputnik decidió poner los puntos sobre las íes y discutió el comportamiento del supervolcán de Yellowstone con Vasili Lavrushin, doctor en ciencias geológicas y mineralógicas del Instituto Geológico de la Academia de Ciencias de Rusia.

Uno de los problemas más apremiantes asociados con Yellowstone es la posibilidad de que en el futuro cercano se produzca una erupción del supervolcán. Hay alrededor de 10.000 fuentes termales y géiseres allí. La actividad de las fuentes de azufre indica una fuerte actividad magmática en las profundidades de Yellowstone. ¿Se puede hablar del comienzo de una actividad volcánica en la región?

Lavrushin: Se trata de un foco volcánico joven y activo y no dice nada sobre si habrá una erupción o no. Un ejemplo de esto es el valle de géiseres en Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, que tiene una cantidad considerable de fuentes termales. Por supuesto, hace relativamente poco tiempo se produjeron erupciones, pero estas no son cosas directamente relacionadas. Si la temperatura de las fuentes aumenta bruscamente, si la cantidad de vapor aumenta, este puede ser una señal de activación, pero el número de fuentes y su temperatura estable no dicen nada.

El volcán de Yellowstone es una gran fuente de energía volcánica no utilizada. En su opinión, ¿pueden los científicos usar esta fuente de energía geotérmica?

Lavrushin: Sí, la humanidad tiene experiencia en esto. Al menos desde los años 60 y 70 del siglo pasado, la energía geotérmica ha utilizada en Islandia, la región rusa de Kamchatka, Nueva Zelanda y Japón, donde existen áreas volcánicamente activas. Solo se necesita clientes, se necesita entender la rentabilidad económica. También es necesario tener en cuenta las características de la temperatura de los sistemas. Todo es posible.

 En 2017, los científicos de la NASA declararon que podrían evitar un cataclismo global y hasta beneficiarse. Los investigadores descubrieron que la energía geotérmica recolectada de las cámaras de magma del supervolcán puede ser suficiente para alimentar todo el territorio de EEUU. ¿Cree usted que es posible usar Yellowstone como una especie de central termoeléctrica? ¿Puede esto prevenir la amenaza de erupción?

Lavrushin: Por lo que yo entiendo, resolver este problema usando la energía geotérmica, como piensan en EEUU, conducirá al enfriamiento de una parte del foco magmático. No hay lugar a dudas de que puede haber mucha potencia con un gran foco volcánico. Tal vez realmente se pueda construir algún tipo de estación geotérmica, pero si este paso puede evitar la erupción del supervolcán, si tiene lugar, y si el modelo… Aquí quiero apuntar que se ha establecido la afirmación de que este supervolcán es un modelo geológico y es generalmente aceptada; sin embargo, es un modelo que siempre tiene, aunque pequeña, una probabilidad de que esto no sea del todo cierto. Entonces, si es realmente un supervolcán y tiene raíces profundas de varios cientos de kilómetros en el manto, entonces está la pregunta de si una estación podría solucionar algo. Puede ser así para las formaciones volcánicas pequeñas, en las que, en términos generales, al enfriarse la cámara magmática cercana a la superficie se estabiliza la formación. Pero si hablamos de un supervolcán que se alimenta a grandes profundidades, desde más de 10, 15 o 20 km, entonces esta es una afirmación osada.

La última erupción volcánica, que ocurrió hace 640.000 años, fue catastrófica y cubrió el territorio continental de EEUU con ceniza y humo. En esta escala la futura erupción podría desencadenar la eyección de miles de kilómetros cúbicos de rocas y cenizas. ¿A qué consecuencias puede conducir una nueva erupción? ¿Causaría un invierno global en el planeta?

Lavrushin: Teóricamente, puede ocurrir de todo. Otra pregunta es si esta hipotética erupción catastrófica sería posible nuevamente en el mismo foco. Esta cuestión permanece sin respuesta.

¿Es posible que no ocurra una erupción en absoluto?

Lavrushin: Esta pregunta tampoco tiene respuesta. Por un lado Yellowstone es un punto activo, llamado la pluma del manto [columnas estrechas de material proveniente del manto que se supone que existen bajo la corteza terrestre, produciendo puntos calientes y lugares con vulcanismo anómalo]. No se sabe cuán repetitivas son dichas erupciones; sin embargo, los focos volcánicos tienen su propio ciclo de desarrollo.

Después de grandes erupciones catastróficas, no es necesaria otra erupción. Pueden permanecer congelados y mantener la calma. Pero pueden repetirse. Es difícil predecir algo. Por ejemplo, el volcán de Santorini [es lo que queda de una enorme explosión volcánica en el sur del mar Egeo que hizo desaparecer una gran parte del territorio de la antigua isla y provocó la creación de la caldera geológica actual]. Hubo una gran erupción y después, nada.

Siempre hay algún elemento de especulación. Los científicos a veces recargan las tintas en busca de subvenciones, fondos adicionales. Repito que existe un modelo para este tipo erupción en Yellowstone, existen estas opiniones, pero cuánto es realizable, solo la historia podrá demostrarlo.

En la región de la caldera de Yellowstone se monitorea la actividad volcánica: se instalan geófonos, se monitorean las fuentes termales. Por el momento, estos aparatos, aunque no al 100%, tienen una tecnología probada para pronosticar erupciones. Incluso los vulcanólogos rusos perfeccionaron el sistema de predicción de la primera erupción del volcán Tolbachik, en el este de Kamchatka, Rusia. En Islandia, se están llevando a cabo estos trabajos. También en Italia, en todos los puntos del planeta donde existe peligro de una erupción.

Sputnik