Un nuevo objeto cósmico avala la existencia del planeta X, el noveno planeta del Sistema Solar
October 2, 2018 El Universo , NoticiasSe trata de un planeta enano, con un diámetro en torno a 300 kilómetros y una órbita de 40.000 años.
Algunos astrónomos están convencidos de que un gran planeta rocoso se oculta en los límites del Sistema Solar. Creen que es entre dos y diez veces más grande que la Tierra y que tarda entre 10.000 y 20.000 años en recorrer su órbita completa. Aunque de momento los científicos no han conseguido confirmar la existencia de este Planeta X o Planeta 9, su búsqueda está ayudando a conocer mejor las remotas regiones que se encuentran más allá de Neptuno y Plutón. Esta misma semana un equipo de científicos estadounidenses ha anunciado el hallazgo de un nuevo objeto cósmico, cuya órbita parece estar afectada por la presencia de un gran cuerpo celeste lejano y desconocido.
El nuevo objeto, llamado 2015 TG387 o The Goblin (El duende), presenta una órbita alargada y muy lejana respecto al Sol. Sus descubridores creen que se trata de un planeta enano, con un diámetro en torno a 300 kilómetros. En el punto más cercano de su órbita se encuentra a una distancia 68 veces superior a la que separa la Tierra y el sol, en su punto más alejado ese número llegaría hasta 2.300 veces. Además, los investigadores señalan que se trata de uno de los pocos objetos conocidos que nunca se acerca lo suficiente a los planetas gigantes del Sistema Solar, como Neptuno y Júpiter, como para tener interacciones gravitacionales significativas con ellos.
El hallazgo de éste y otros objetos lejanos ha llevado a los científicos a identificar similitudes en sus órbitas, todas ellas extremadamente distantes del centro del Sistema Solar. Por eso diferentes trabajos aparecidos en los últimos años han propuesto la presencia de un planeta desconocido varias veces más grande que la Tierra como posible causa para estas anomalías. “Este nuevo descubrimiento hace más probable la existencia del Planeta X”, afirma Scott Sheppard, astrónomo de la Carnegie Institution. “Tiene una inclinación en su órbita más baja que los otros objetos conocidos, lo que sugiere que el Planeta X tiene también en una órbita de inclinación más baja de lo que se pensaba originalmente”. De acuerdo con el científico, “el Planeta X debe tener probablemente 10 veces la masa de la Tierra para crear efectos gravitatorios así”.
La caza del nuevo planeta
2015 TG387 fue descubierto durante la mayor batida para hallar nuevos objetos y planetas en el cinturón de Kuiper y la Nube de Oort, dos grandes acumulaciones de astros en los límites del Sistema Solar. “Hasta la fecha hemos cubierto alrededor del 25% de las zonas más probables donde podríamos encontrar el Planeta X y esperamos alcanzar un 60% para finales de año”, señala Shepard, que estima un periodo de dos años más para completar el proyecto. De momento, 2015 TG387 ha sido presentado este martes en el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional. Sus autores esperan publicar un artículo con todos los detalles del descubrimiento próximamente en la revista ‘Astronomical Journal’.
Sin embargo la idea del Planeta 9 es acogida con cautela por parte de la comunidad científica y despierta debate entre los especialistas. La anterior científica jefe de la NASA, Ellen Stofan, se mostró “muy escéptica” sobre la existencia de un planeta. “Los debates entre creyentes y no creyentes hacen un flaco favor a la ciencia”, advierte Ignasi Ribas, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC). “Realmente lo que hay aquí es una hipótesis que establece que existe un planeta de gran tamaño y órbita excéntrica, lo que hay que hacer ahora es probarlo o demostrar que no existe”.
Tres años de trabajo
El equipo ha necesitado tres años de seguimiento para poder establecer la órbita correcta de 2015 TG387, debido a la lentitud de su desplazamiento y a la extensión de su período orbital. La primera observación se realizó en octubre de 2015, por el telescopio japonés Subaru de Mauna Kea, en Hawaii. A lo largo de los tres años siguientes se consiguieron nuevas imágenes en el telescopio gigante de Magallanes, en el Observatorio Las Campanas de Chile y en el Discovery Channel de Arizona. “Pensamos que podría haber miles de cuerpos pequeños como el TG387 2015 en estas regiones, pero su distancia hace que sea muy difícil encontrarlos”, exlplica David Tholen de la Universidad de Hawai, “pero actualmente, los astrónomos sólo podemos detectarlo cuando está cerca de su mayor aproximación al Sol; durante la mayor parte de sus 40.000 años de órbita es demasiado débil para ser visto”.
Una vez confirmada la órbita, se realizaron simulaciones informáticas para verificar posibles objetos que explicasen la órbita de 2015 TG387. Las simulaciones incluían un planeta de masa súper terrestre y órbita alargada, tal y como ya propusieron los astrofísicos de Caltech Konstantin Batygin y Michael Brown en 2016. Así, los resultados reflejaron que el desplazamiento del nuevo objeto debe estar guiado por la gravedad del Planeta 9, que lo mantiene a distancia.
Este mismo principio explicaría también por qué otros cuerpos hallados en regiones remotas del sistema solar, como 2012 VP113 o Sedna tienen órbitas similares. “Estos objetos distantes son como migajas de pan que nos llevan al Planeta 9. Cuantos más podamos encontrar, mejor podremos entender el Sistema Solar exterior y el posible planeta que creemos que está formando sus órbitas, un descubrimiento que redefiniría nuestro conocimiento de la evolución del Sistema Solar”, concluye Sheppard.