Un mensaje con ciencia y música avisará a los extraterrestres de nuestra existencia

Les recordaremos cómo fue su pasado, con la esperanza de iniciar una conversación dentro de 80 años.

Mensajes de radio que contienen elementos musicales y tutoriales científicos serán enviados este año a TRAPPIST-1, un sistema de exoplanetas a 39 años luz de la Tierra, y luego al exoplaneta K2-18b, ubicado a una distancia de 124 años luz de nuestro planeta. Los mensajes recordarán a las posibles civilizaciones longevas cómo eran durante su fase adolescente, cuando aún luchaban por convertirse en sociedades sostenibles, tal como hacemos nosotros en la actualidad. Si responden, tardaremos 80 años en saberlo.

Este 4 de octubre, un grupo de científicos que integran la organización METI International transmitirán poderosos mensajes de radio hacia TRAPPIST-1, un sistema estelar que posee al menos tres exoplanetas potencialmente habitables y se localiza a 39 años luz de la Tierra. El objetivo es intentar establecer comunicación con alguna forma de vida, en el marco de un proyecto llamado Stihia Beyond.

Posteriormente, una próxima transmisión estará dirigida al exoplaneta K2-18b, ubicado a 124 años luz de la Tierra. Ambas transmisiones se concretarán desde la estación terrestre de Goonhilly, en el sur de Inglaterra. Los mensajes incluirán piezas musicales y explicaciones científicas sobre diversos temas, principalmente diseñadas para informar a las posibles civilizaciones alienígenas sobre las amenazas ambientales que afectan a nuestro planeta.

ESTABLECIENDO CONTACTOS

De acuerdo a una nota de prensa, el experimento de comunicación interplanetaria unirá a astrofísicos, ingenieros, músicos y productores en la búsqueda por establecer algún tipo de contacto con otras civilizaciones. El tono de los mensajes, dominado por las preocupaciones ambientales que aquejan a la humanidad, servirá para dejar en claro cómo se desarrolla una civilización en su etapa de crecimiento hacia un sistema realmente sostenible.

En consecuencia, hará recordar a civilizaciones supuestamente más avanzadas, maduras y sustentables cómo eran ellos mismos al momento de atravesar su fase adolescente, tal como lo hace actualmente la humanidad. Según un artículo publicado en New Scientist, los contenidos científicos se transmitirán utilizando una técnica llamada modulación por desplazamiento de fase en cuadratura (QPSK). Esta técnica, junto al empleo de una codificación en formato binario, incrementará las posibilidades de que el mensaje pueda ser realmente comprendido por alguna forma de vida que lo reciba.

El mensaje interplanetario se transmitirá este 4 de octubre. Crédito: Lifespan Extension Advocacy Foundation / YouTube.

MENSAJES ACTUALIZADOS

A casi 50 años del mensaje de Arecibo de 1974, el primer intento de la humanidad de enviar una misiva capaz de ser entendida por inteligencia extraterrestre, todavía nos seguimos preguntando si existe vida en otras planetas y si es posible comunicarnos. Sin embargo, los avances en las tecnologías de detección remota han revelado que gran parte de las estrellas de nuestra galaxia albergan planetas, y que incluso muchos de estos exoplanetas parecen capaces de contener agua líquida en su superficie, un requisito fundamental para el desarrollo de la vida tal como la conocemos.

Todo indicaría que es muy probable que al menos uno de estos miles de millones de planetas haya producido vida inteligente: teniendo en cuenta esto, no resulta tan extraño o irracional que dediquemos tiempo a intentar comunicarnos. En el caso de la transmisión que se realizará en octubre de este año, nos llevará 80 años confirmar si alguien ha enviado una respuesta.

Por otro lado, según un artículo publicado en Scientific American, un grupo de científicos de la NASA desarrolló recientemente una “actualización” del mensaje de Arecibo, que utiliza nuevas tecnologías y emplea un “alfabeto” de mapa de bits personalizado creado como un lenguaje protoalienígena, diseñado para eliminar los errores de transmisión e incrementar las posibilidades de que el mensaje sea efectivamente comprendido.

En resumen, estos esfuerzos nos indican que el ser humano no puede dejar de pensar en el encuentro con otras civilizaciones, a pesar del tiempo que deberá pasar hasta que esta comunicación se concrete. Un impulso primario y misterioso nos lleva a querer conocer otras formas de vida, quizás intuyendo su existencia en un cosmos que no parece destinado al silencio y la soledad.

EPE