Un ‘hashtag’ de hace 73.000 años, primer dibujo de la humanidad
September 13, 2018 El Mundo , NoticiasDescubren en una cueva africana un dibujo geométrico realizado con un pequeño lápiz.
La cueva de Blombos, en Sudáfrica, es un abrigo natural situado en un arrecife de difícil acceso, a unos 300 kilómetros de Ciudad del Cabo. Contiene una de las reservas más importantes de vestigios tecnológicos y culturales del paleolítico medio: allí han aparecido más de 2.000 objetos, que incluyen herramientas de piedra tallada, grabados, conchas ornamentales y restos de ocre rojo utilizado por los primeros homo sapiens, cuya presencia allí comenzó hace unos 100.000 años. Y también fue allí donde hace 73.000 años, guarecido en el interior de este refugio costero, el primer dibujante del que se tiene noticia utilizó un pequeño lápiz para realizar un diseño geométrico, un patrón compuesto de líneas verticales y horizontales, sobre un fragmento de silicato.
El hallazgo ha sido presentado este martes en un artículo de la revista ‘Nature’, obra de un equipo internacional compuesto por científicos de la Universidad de Bergen en Noruega y del Centro Nacional de Investigaciones Científicas francés (CNRS). En él los autores describen una lámina de silicato lisa sobre la que alguien dibujó intencionadamente un patrón rayado con seis líneas, cruzadas por otras tres, plasmadas en ocre rojo. Los extremos abruptos en el borde de la lámina sugieren además que el dibujo originalmente se extendía sobre una superficie más grande y que puede haber formado parte de una obra aún más amplia.
“No nos atrevemos a llamarlo arte”, aclara Karen Van Niekerk, una de las autoras del artículo, “pero desde luego se trata de un diseño abstracto con un significado concreto para su creador”. Los científicos creen que el símbolo formaba parte de un lenguaje común comprendido por otras personas de este mismo grupo. El mismo diseño cruzado también ha aparecido en forma de grabado en la cueva de Blombos, aunque los científicos ignoran por el momento su significado. “Existen muchos ejemplos etnográficos de representaciones que parecen completamente abstractas, pero sabemos que representan animales, objetos o seres humanos”, afirma Van Niekerk, que señala además que grabados con estos mismos patrones se encuentran en un área geográficamente extensa del sur de África.
El primer lápiz
Los investigadores explican que uno de los principales desafíos consistió en verificar que las líneas habían sido dibujadas de forma consciente y deliberada por seres humanos. La tarea recayó principalmente en los científicos franceses del equipo, especializados en el análisis químico de pigmentos. Primero reprodujeron las mismas líneas usando diferentes técnicas hasta encontrar una coincidencia: se testaron fragmentos de ocre con puntas y filos, y también se aplicaron diferentes soluciones acuosas de polvo de ocre con pinceles. A través de técnicas de análisis microscópico, químico y tribológico -estudio de la fricción, el desgaste y la lubricación-, compararon sus dibujos con el original.
Basándose en técnicas para reconstruir la realización del dibujo, los científicos concluyeron que se realizó con un lápiz de ocre con una punta de entre 1 y 3 milímetros de ancho. La pieza fue desenterrada en una capa de sedimentos de 73.000 años de antigüedad, en la que ya habían encontrado grabados, incluidos algunos con el mismo dibujo. “En estos casos son las capas arqueológicas las que se datan, no el objeto”, explica Francesco d’Errico, investigador de la Universidad de Burdeos y coautor del trabajo. “La pieza que hemos estudiado proviene de capas bien fechadas con dos métodos: uno sobre granos de cuarzo con luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) y otro sobre rocas quemadas, con termoluminiscencia (TL)”.
La revolución cognitiva
El hallazgo demuestra que los primeros Homo sapiens en esta región de África utilizaron diferentes técnicas para producir signos similares en diferentes materiales, lo que apoya la hipótesis de que estas marcas cumplían una función simbólica. Precisamente uno de los elementos que hacen tan relevante la cueva de Blombos es que aporta datos de un momento clave en la evolución de la especie; el historiador Yuval Noah Harari, entre otros científicos, sitúa en este periodo la revolución cognitiva que permite al sapiens desarrollar una capacidad superior al resto de los homínidos. Así, hace 70.000 años los sapiens pudieron dejar África para comenzar a extenderse por el mundo.
Además los recientes descubrimientos arqueológicos en África, Europa y Asia sugieren que la creación y el uso de símbolos, elemento clave en la conducta moderna, surgieron mucho antes de lo que pensaba. “Sabemos que los autores eran Homo sapiens anatómicamente modernos y que tenían una cultura material compleja”, señala Van Niekerk, “que incluía el uso de adornos como cuentas de concha, la producción de herramientas óseas totalmente formadas, el calentamiento de la roca para producir puntas de piedra refinados y la producción de grabados en ocre y ahora también un dibujo”.
En diciembre de 2011, una investigación publicada en Science demostraba que los ocupantes de la cueva de Sibudu, no lejos de Blombos, eran muy probablemente “químicos, alquimistas y pirotécnicos competentes” hace 70.000 años. Durante mucho tiempo, los arqueólogos estuvieron convencidos de que los primeros símbolos aparecieron cuando el Homo sapiens colonizó áreas del sur de Europa hace unos 40.000 años, en lo que sería un punto de inflexión tecnológico y cultural. Sin embargo, cada vez más pruebas apuntan a una importante evolución anterior en el sur del continente africano.