Tendencias sobre la Inteligencia Artificial en el 2020
Cada vez más, la Inteligencia Artificial parece un término asociado al presente cercano y alejado de ese futuro que tantas películas de ciencia ficción nos hicieron soñar.
Vale que en nuestra sociedad no haya coches voladores, pero sí que tenemos en las cosas que nos rodean, avances que tan solo hace unos pocos años nos habrían parecido imposibles. Pero, ¿qué se considera realmente el concepto de la “Inteligencia Artificial”? ¿Qué nos espera en este 2020 y en el futuro más cercano? A continuación, vamos a hacer un repaso de todas aquellas tendencias tecnológicas relacionadas con la Inteligencia Artificial, que seguro veremos hechas realidad en breve.
¿Qué es la Inteligencia Artificial y hacia dónde se dirige?
La Inteligencia Artificial no es otra cosa que la aplicación de máquinas inteligentes controladas para cumplir funciones en las que a través de, en muchas ocasiones, la programación humana, terminan tomando decisiones y maximizando las posibilidades de cumplir los objetivos. A ciencia cierta no se puede saber qué es lo que traerá la Inteligencia Artificial en 2020, pero sí que se pueden recoger algunas de las tendencias que pueden ayudar a descifrar el posible camino de esta tecnología. Si hay algo que puede determinar la evolución y desarrollo de la Inteligencia Artificial en los próximos años, es el machine learning o aprendizaje automático, así como el Big Data y su aplicación en el hogar. Aunque existan muchas más variantes, todo parece indicar que serán estos aspectos los que seguirán creciendo y que marcarán el camino de la Inteligencia Artificial.
Parece claro que en un mundo cada vez más conectado y con una inmensidad de datos con los que trazar sugerencias y recomendaciones, el machine learning cobrará todavía más importancia de la que tiene. Este concepto, planteado por primera vez por Alan Turing en 1950, se aplica en diversos campos, como pueden ser los asistentes virtuales, los coches autónomos o los motores de búsqueda. Y es que una de las características básicas y principales para que la Inteligencia Artificial pueda funcionar y aprender a partir del Big Data. Al machine learning se une el deep learning, este aprendizaje profundo utiliza una red neutral de varias capas que aprende en función de los nuevos datos que recibe. Así, esta red es parecida y se comporta de manera similar a las conexiones neuronales presentes en el cerebro.
El Big Data
El Big Data, o lo que de forma más simple se conoce por metadatos, no es que sea una tecnología en sí misma pero el concepto sí que está relacionado con el almacenamiento de información digital. El Big Data está compuesto por 5 características esenciales, conocidas como las 5 V:
- Volumen: en el Big Data la información acumulada proviene de fuentes bien diferentes, por tanto, el volumen suele ser enorme.
- Velocidad: la velocidad a la que se crean estos datos es inmensa, lo que consecuentemente provoca que sea algo difícil de gestionar con un software convencional.
- Variedad: los propios datos son muy variados, ya que provienen de diferentes fuentes, siendo datos estructurados también de forma diferente.
- Valor: en el empleo del Big Data, hay que tener muy en cuenta el valor de cada grupo de datos y esto solo se puede conseguir a través de una correcta estrategia previa al propio almacenamiento, y a una selección idónea de los objetivos a cumplir para el cometido.
- Veracidad: los datos que se alojen en el Big Data deben ser verdaderos y sobre todo relevantes. Todas las operaciones y analíticas de resultados estarán en duda y frecuentemente no servirán para nada si los datos que estamos tratando son falsos.
La aplicación en el hogar y en la empresa: una tranquilidad asegurada
Entre las aplicaciones más útiles y visibles que podemos ver en la Inteligencia Artificial, encontramos las aplicaciones para el hogar y la seguridad de las empresas. Un caso concreto que se puede mencionar, entre muchos otros, es el de una empresa de Inteligencia Artificial en Murcia que se encarga del sistema de control de personas, con reconocimiento facial y la restricción del perímetro para ejercer la ciberseguridad con la tecnología artificial con el fin de proteger empresas y hogares. Pero, ¿cómo funcionan todos estos mecanismos?
El cibercontrol es una tecnología basada en la Inteligencia Artificial que permite contabilizar en el momento la cantidad de personas que salen y que entran de un establecimiento, lo que lo convierte en una herramienta francamente útil para cumplir con todas las normativas de aforo y proteger a los propios empleados y clientes, por ejemplo, con la reciente reducción de aforo de los negocios por el COVID-19. Al igual que sirve para contar personas, también puede utilizarse para contar vehículos, esta tecnología artificial se apoya en la utilización de una o varias cámaras según el número de entradas, para detectar el número de personas exacto.
El control facial que se consigue con el software ‘Cibio-identity’ incrementa estrictamente la seguridad de los negocios y establecimientos.También, por otro lado, puede ser una forma cómoda, rápida y segura de establecer controles de las horas laborables. Esto se consigue con el control biométrico, el cual identifica a las personas mediante las características especiales que tengan. La velocidad que se consigue actualmente es de medio segundo.
Este sistema se denomina goldface, y transforma y digitaliza los rostros que han sido introducidos en el sistema; estos mismos rostros se guardan en una base de datos. Aparte de permitir el acceso y de registrar las horas de los trabajadores, también puede servir para abrir puertas o sistemas tecnológicos.
Para evitar que cualquier persona se pueda colar en nuestro espacio, el sistema de control de seguridad perimetral reconoce a cualquier intruso que acceda al lugar delimitado por esta tecnología. Esto facilita en gran parte la vigilancia de las empresas o de las residencias, y permite configurar y delimitar fácilmente el perímetro a vigilar. Una vez alguien haya entrado en la zona, el sistema comienza a iluminarse, y un mensaje avisa al intruso de que tiene que abandonar la zona, mientras comienza a efectuar una cuenta atrás para que el intruso abandone la zona.
