Tasuku Honjo: ‘Con la inmunoterapia, es más improbable que el tumor reaparezca’
December 3, 2019 El Mundo , NoticiasEntrevistamos a uno de los ganadores del Premio Nobel de Medicina 2019.
Hace casi 50 años, en 1970, se pusieron en marcha los primeros estudios que sentaban las bases de la inmunoterapia, un tratamiento innovador contra el cáncer basado en hacer que el sistema inmune ataque a las células cancerígenas. Pero no fue hasta veinte años después cuando el investigador japonés Tasuku Honjo y su equipo descubrieron un mecanismo para potenciar el sistema inmune de los pacientes. Este descubrimiento le ha valido a Honjo hacerse con el Premio Nobel de Medicina 2019 (junto al estadounidense James P. Allison) por la contribución realizada a la oncología.
¿Qué es la inmunoterapia y cómo funciona?
Las células del cuerpo humano pueden mutar y proliferar muy rápido, convirtiéndose en células ajenas [no reconocidas]. El sistema inmune actúa al detectar moléculas diferentes, pero si hay cáncer, este se bloquea. Interviniendo sobre la función de una proteína llamada PD-1, se reactiva el sistema inmune para que ataque a las células cancerígenas, y expulsar a ese elemento que no le pertenece.
¿Qué ventajas reporta la inmunoterapia en los pacientes?
Una de ellas es que tiene muchos menos efectos adversos que la quimioterapia porque no ataca a las células normales. Además, teóricamente, puede ser usado para cualquier tipo de cáncer; actualmente se usa en unos 17 tipos de tumores y sigue aumentando. Otro beneficio es que tiene un efecto muy duradero. Con la quimioterapia se ha observado que muchos tumores tienden a reaparecer, pero con la inmunoterapia si el tumor se reduce o elimina, se suele lograr mantenerlo en esas condiciones o incluso curarlo.
¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para aplicar inmunoterapia a un paciente?
Actualmente no tenemos ningún biomarcador -indicador- óptimo. Lo más usual es ver si el tumor presenta mutaciones, que es lo que ayudará al cuerpo a detectar las anomalías. Ahora hay que investigar nuevos biomarcadores para que la inmunoterapia beneficie cada vez a más pacientes.
¿Cuál es la clave para que cada vez se pueda tratar a más pacientes?
Hay mucha gente trabajando en ello, pero las combinaciones entre terapias van a ser fundamentales. Estas incluirían las nuevas moléculas más otro elemento, que podría ser quimioterapia, radioterapia u otro tipo de tratamiento.Aparte del PD-1 ¿hay alguna otra molécula o elemento que esté mostrando indicios en el avance de la lucha contra el cáncer?
Se están investigando otras moléculas y otras proteínas diferentes. Es una línea de investigación en la que hay muchas posibilidades.
¿Cómo de útiles son los datos obtenidos en la práctica clínica para seguir avanzando?
Actualmente hay muchos ensayos clínicos que tienen en cuenta esta información, pero todavía tendremos que esperar unos años a que finalicen, ver qué resultados aportan y cómo se pueden utilizar.¿En qué tipo de tumores ha demostrado una mayor eficacia la inmunoterapia?
Los mejores resultados se han detectado en melanoma, pero también destacan los logrados en cáncer de pulmón. Una de las claves es que estos dos tipos de tumores suelen registrar un alto número de mutaciones genéticas.¿Tiene la inmunoterapia los mismos efectos adversos que otros tratamientos como la quimioterapia?
Muchos menos, porque la inmunoterapia no es tóxica. La quimioterapia y radioterapia atacan a todas las células sin distinguir si son normales o alteradas y la inmunoterapia no ataca al sistema inmune. Aun así, existen riesgos, como en aquellos casos en que el sistema inmune es muy fuerte de por sí; en estos casos el propio sistema inmune puede confundirse al ser potenciado y atacarse a sí mismo al detectar una situación fuera de lo normal.
¿Es necesario aportar más recursos a I+D para seguir avanzando en esta materia?
Sí, la investigación a día de hoy es muy cara, sobre todo en biología. Se están desarrollando tecnologías muy novedosas y sofisticadas, que tienen un coste muy alto, por lo que se necesita aumentar la financiación además de dedicar más recursos humanos para conseguir que estos proyectos salgan adelante.
Atendiendo a los proyectos de I+D sobre cáncer que se están desarrollando, ¿tiene alguna pista de cuáles podrían ser los próximos pasos en la lucha contra esta enfermedad?
Creo que además de buscar otras dianas terapéuticas, la combinación de terapias que tengan en cuenta la actividad de las células T (células que forman parte del sistema inmunitario y se forman a partir de células madre en la médula ósea. Ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones), va a ser fundamental para progresar.
Los avances en los tratamientos contra el cáncer han cambiado de manera sustancial su pronóstico; ¿cree que puede haber enfermedades que superen al cáncer en cuanto a niveles de mortalidad?
En la actualidad existen enfermedades como la demencia, el alzhéimer… que afectan cada vez a más personas de avanzada edad. Éstas desembocan en otros problemas de salud mayores y no hemos sido capaces de evitar el desarrollo de estas enfermedades que causan una gran mortalidad, por lo que quizá se debería aumentar la investigación en esta área.
¿En qué proyectos está trabajando usted actualmente?
Trato de averiguar cuál es el mecanismo molecular del sistema inmune, ver cómo los genes cambian y la implicación de los linfocitos para investigar cómo se puede actuar sobre este proceso y sus posibles aplicaciones en la práctica clínica.