Como si fueran bandadas de pájaros o bancos de peces sincronizados, investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña y CIC biomaGUNE han observado por primera
Nanorrobots que se inyectan en la sangre, materiales que se autorreparan o sistemas de almacenamiento de información sin límites podrían ser posibles gracias a máquinas