En agosto de 2019, Chloe Fishman se metió en una cueva debajo del volcán activo más grande del planeta. Junto con científicos de la NASA y
El volcán Pūhāhonu, a casi 1.000 kilómetros al noroeste de Honolulu, ha desbancado al Mauna Loa. Curiosamente, apenas sobresale del oceáno unas decenas de metros.