Stefano Boeri, el hombre que construye “ciudades bosque” por todo el mundo

Su apuesta es una mayor conexión con la naturaleza. Sus proyectos han llamado la atención internacional, entre otras cosas, por plantear una solución real a la contaminación.

Mónica La Mola

Desde que anunció en 2017 la primera ciudad bosque para la ciudad de Liuzhou, en el sur de China, los focos no han dejado de seguir su interesante trabajo. Cuando aparece un arquitecto con unas ideas tan innovadoras y útiles como las suyas no se le debe dejar escapar.

Sobre todo, porque la gran apuesta de sus diseños no es la estética, aunque ciertamente esta sea muy impactante, sino la sostenibilidad.

Stefano Boeri.

El hecho de que haya tanta vegetación en ellos se debe al propósito principal de reducir las emisiones contaminantes en las ciudades, que ya conocemos que implican consecuencias negativas sobre nuestra salud y la del planeta.

Pero, sobre todo, la gran novedad que introduce es la concentración de la vegetación. En espacios relativamente pequeños, como edificios, consigue que haya la misma cantidad de árboles y plantas que en decenas de miles de metros cuadrados de bosque. La clave está en añadirla en vertical.

Stefano Boeri.

Propuestas ambiciosas

Ninguna ciudad, hasta ahora, ha apostado tan fuerte por la presencia verde como Forest City, la ciudad bosque de China. Cada vez conocemos más soluciones ecológicas, como torres que incorporan plantas a su estructura.

Pero estas soluciones se han planteado hasta ahora de forma individual, no a una escala gigante. Boeri pretende construir ciudades enteras, desde cero, para asegurarse que la sostenibilidad no sea una opción posible, sino la base sobre la que se sustenta todo.

Sin duda, resulta muy impresionante y despierta nuestra curiosidad, pero, ¿es viable? La mayoría de sus proyectos están en proceso, pero sí hay unos pocos que ya son una realidad tangible que podemos valorar, como el Jardín Vertical de Milán.

Para más detalle, desde su estudio informan de que estos dos rascacielos repletos de flora ya benefician a sus habitantes. El sistema de riego, por ejemplo, se realiza de forma digital y remota para su comodidad.