Resuelto el misterio de los anillos helados del lago Baikal

Remolinos de agua tibia provocarían estas formaciones de hasta siete kilómetros de diámetro que pueden ser vistas desde el espacio.

Vista satelital de uno de los anillos de hielo del lago Baikal / MODIS/NASA

Desde al menos 1969 se tiene constancia de que en el lago Baikal, situado en la región sur de Siberia y el más profundo del mundo, se crean extraños anillos de hielo. Estas formaciones pueden alcanzar hasta los siete kilómetros de diámetro y pueden durar de días a meses. Sin embargo, lo que más intriga a los científicos es que son impredecibles, y que aunque suelen aparecer en abril, tampoco es tan raro observarlos en enero o incluso en mayo. Y, además, cada año aparecen en lugares diferentes. ¿Cómo surgen estos anillos helados que pueden ser divisados incluso desde el espacio?

Círculos de hielo junto al año en el que fueron detectados / icerings.org

Recientemente, un equipo internacional de investigadores de Francia, Rusia y Mongolia han propuesto una nueva teoría que contradice las anteriores: se deben a torbellinos de aguas templadas. Hasta ahora, la explicación dominante era que el gas metano de efecto invernadero burbujeaba desde el fondo del lago para causar estos anillos. Pero la nueva investigación defiende que algunos de estos anillos se formaron en las aguas menos profundas del lago, áreas sin emisiones de gases conocidas.

Dos años de estudios

En los meses más fríos el lago Baikal -la mayor masa de agua dulce del mundo por volumen-, se congela. El hielo es tan espeso que la gente circula con vehículos por su superficie de forma habitual (cruzarlo son unos 40 kilómetros, pero bordearlo puede ser un viaje de ida y vuelta de hasta 800). El problema es que en estos círculos el hielo es menos espeso y pueden ocurrir accidentes.

De hecho, de los dos años que el equipo se desplazó al lago Baikal, su forgoneta se quedó hasta dos veces encallada en el hielo. incidentes aparte, en los años 2016 y 2017, los investigadores perforaron agujeros en el lago cerca de las formaciones y colocaron sensores en el agua.

Después de analizar los datos de los sensores que habían arrojado, los científicos descubrieron que el lago tenía remolinos cálidos que fluían en el sentido de las agujas del reloj bajo su cubierta de hielo. Las corrientes no eran tan fuertes en el centro de los remolinos, lo que explicaba por qué los centros de estos anillos todavía tenían hielo espeso, explica para LiveScience Alexei Kouraev, profesor asistente en el Laboratorio de Estudios de Geofísica Espacial y Oceanografía (LEGOS) de la Universidad Federal de Toulouse, Francia. Sin embargo, la corriente en el borde de los remolinos era fuerte, lo que explica por qué el hielo en la parte superior de este borde es más delgado.

Los equipos sumergidos durante mes y medio cada revelaron que el agua en estos remolinos era de 2 a 4 grados Fahrenheit (1 a 2 grados Celsius) más cálida que el agua circundante. Los remolinos tienen una forma de lente, un fenómeno que es común en los océanos pero raro en los lagos.

Cómo se formaron en realidad

Sumando la información de los sensores junto con imágenes tomadas por los satélites de infrarrojos térmicos, todo parecía indicar que los remolinos se forman cada otoño, antes de que el lago se congele. Además, los fuertes vientos que soplan en las aguas de la cercana Bahía de Barguzin podrían ayudarlos a formarse, apunta Kouraev, quien es el autor principal del estudio publicado en la revista « Limnology and Oceanography» en octubre. Además de en el lago Baikal, estos anillos de hielo se han encontrado en el cercano lago Hovsgol, en Mongolia y el lago Teletskoye, también en Rusia.

De momento, el equipo está informando en la zona para que no haya accidentes, así como la actualización constante de su página web con los nuevos anillos visibles desde los satélites.

ABC