¿Realmente un ovni visitó Japón en el periodo Edo?

Existe una leyenda japonesa que habla sobre cómo una mujer hermosa salió de un platillo volador.

Los objetos voladores no identificados (Ovnis) son un tema que realmente emociona a cientos de personas. A pesar de que hace un par de años la CIA descalificó y publicó miles de páginas de documentos relacionados con estos, y hace algunos meses se reportaron varios avistamientos,  no es algo que se registre actualmente.

A lo largo de la historia, algunas culturas antiguas han representado por medio del arte y relatos, sucesos que podrían tratarse de avistamientos ovnis o contactos con posibles seres de otros planetas.

Un claro ejemplo de esto es la leyenda del “Utsuro Bune”, un supuesto suceso que ocurrió en 1803 en la región de Hitachinokuni, Japón.

Durante el periodo Edo en Japón, que se extiende desde 1603 hasta 1868, los habitantes de Hitachinokuni vieron descender sobre sus costas un vehículo extraño, que simulaba un “barco hueco”.

De acuerdo con la leyenda, las personas que presenciaron el hecho se paralizaron por el miedo al ver tan extraño objeto, pero inmediatamente quedaron sorprendidos cuando vieron que una hermosa mujer salía de él.

Según los documentos de la época la dama del platillo volador tenía el cabello rojo, no tenía más de veinte años, era de tez blanca y llevaba un hermoso vestuario, el relato detalla que el tiempo se paralizó y todo permaneció intacto varios minutos a su llegada.

Asimismo, después de ese episodio nadie pudo comunicarse con ella, ya que hablaba una lengua incomprensible. Este caso de la hermosa mujer que descendió de un plato volador se bautizó como el “extraño caso del Utsuro Bune de Hitachinokuni”. 

¿Qué pasó con la nave y la mujer?

Versiones del cuento aparecen en tres textos: Toen shōsetsu (1825), Hyōryū kishū (1835), y Ume-no-chiri (1844), uno de ellos, detalla que cuando la mujer salió del objeto circular, vieron que la parte superior de este parecía estar hecha de palisandro recubierto de rojo, mientras que la parte inferior estaba cubierta con placas de bronce, para protegerla de las rocas de bordes afilados.

La parte superior tenía varias ventanas de vidrio o cristal, cubiertas con rejas y obstruidas con algún tipo de resina de árbol. La forma del barco hueco se parecía a un cuenco de arroz de madera. Las ventanas, al ser completamente transparentes, permitió que los pescadores pudieran ver dentro.

El lado interior del Utsuro-bune estaba decorado con textos escritos en un idioma desconocido para ellos. Los pescadores encontraron en su interior elementos como dos sábanas, una botella llena de agua, un poco de bizcocho y carne amasada.

La historia también narra que la mujer empezó a hablar al salir, pero no le entendieron. Tampoco parecía entender a los pescadores, por lo que nadie supo nada sobre su origen.

Aunque la misteriosa mujer parecía amigable y cortés, actuó de manera extraña, ya que siempre agarraba una caja pequeña. La mujer no permitió que nadie tocara la caja, por muy amables o apremiantes que le preguntaran los testigos. Fue por ello que los pescadores volvieron a montar el Utsuro-bune, colocaron a la mujer en él y lo dejaron a la deriva en el océano.

Estos datos son el eje de varios relatos del período Edo que dejaron una gran huella en el imaginario popular. Además, este hecho fue interpretado como el primer avistamiento de Ovnis en Japón.

Historiadores, etnólogos y físicos como Kazuo Tanaka y Yanagita Kunio han evaluado la leyenda como parte de una larga tradición dentro del folclore japonés.​ Alternativamente, ciertos ufólogos han afirmado que la historia representa evidencia de un encuentro cercano con vida extraterrestre.

El Periódico