¿Qué harán los microbios de los humanos cuando lleguen a la Luna?

La vida microbiana en la Luna podría ser importada por los propios humanos que lleguen al satélite con la misión Artemis, advierten científicos de la NASA.

Los humanos llevarán a la Luna su maquinaría, herramientas, naves, sueños y también sus microbios. / Gorodenkoff / Getty Images

Durante los próximos 15 años, la NASA comenzará una serie de misiones espaciales para establecer las bases del establecimiento sostenible de la humanidad en la Luna. De todas las misiones Artemis, como se les conocen, la más significativa es Artemis III que volverá a poner humanos en la superficie del satélite natural, después de 50 años de un periodo de latencia. Pero el regreso de la humanidad a la Luna podría desatar otro fenómeno para el que quizá no estemos preparados: la colonización de los polos lunares con vida microbiana terrestre.

Cuando las mujeres y hombres del espacio lleguen al polo sur de la Luna y exploren cráteres nunca visitados, podrían, sin querer, importar vida proveniente de la Tierra. La adaptación de los organismos microbianos terrestres a las condiciones lunares es una posibilidad real que está fuera de los planes de la NASA a corto plazo. Al menos, así lo considera el investigador del Centro de Vuelvo Espacial Goddard, Prabal Saxena.

¿Hay vida en la Luna? No, pero podría haber gracias a los astronautas

En una entrevista concedida al portal Space, Saxena afirma que el humano no solo pondrá sus estructuras en la superficie de la Luna. También importará microbios que, de coincidir con algunas zonas amigables con la vida, vivirán como organismos nativos.

“Una de las cosas más sorprendentes que nuestro equipo ha encontrado es que, dada la investigación reciente sobre los rangos en los que puede sobrevivir cierta vida microbiana, puede haber nichos potencialmente habitables para esa vida en áreas relativamente protegidas en algunos cuerpos sin aire” aseguró el científico y agregó que sus colegas investigadores de la NASA realizan estudios para saber cuáles de esos organismos podrían vivir en condiciones extremas.

El polo sur de la Luna es el área con más probabilidades de tener nichos habitables debido a que está lleno de cráteres profundos con zonas permanentemente oscuras y protegidas de la radiación cósmica. El área sur del satélite también será la primera que explorarán las misiones Artemis pues, entre otras cosas, tiene una alta probabilidad de albergar agua congelada. El polo sur de la Luna es como un enorme refrigerador con un hipotético depósito de hielo transportado por cometas o asteroides a lo largo de millones de años.

Incluso si la coincidencia no ocurre y los microbios terrestres no llegan a la Luna, los científicos se encargarán de que suceda. Aunque se lanzarán consecutivamente por varios años, los viajes y expediciones al satélite se seguirán considerando escasos, por lo que cada uno de ellos es una oportunidad única para realizar experimentos en entornos ajenos a la Tierra. Los científicos arrojarán vida microbiana en estos lugares para observar su comportamiento.

“Es casi seguro que depositaremos abundantes esporas en micronichos protegidos donde la temperatura máxima y las características de protección contra la radiación en ese sitio les permitirán persistir” aseguró Heather Valeah Graham, geoquímica orgánica del mismo centro de la NASA.

Artemis III, el primer alunizaje después de 50 años, está programado para el año 2025 y usará tanto recursos gubernamentales como tecnología creada por compañías privadas. Tal es el caso del módulo lunar encargado a Blue Origin, la compañía del dueño de Amazon, Jeff Bezos, anunciado hace unas cuantas semanas.

Wired