Hace casi cien años, en 1921, el escritor checo Karel Čapek creó la obra de ciencia ficción Robots Universales Rossum (RUR), la primera obra de arte humana que trataba el término robot.
RUR trata sobre una empresa que construye humanos artificiales orgánicos con el fin de aligerar la carga de trabajo de las personas. A esos humanos artificiales Čapek los llamó robots, y desde entonces el término se ha universalizado para referirse a una entidad virtual o mecánica artificial.
Para rememorar esa hazaña, investigadores de la Universidad Charles, el Teatro Švanda y la Academia de Artes Escénicas de Praga, trabajan en un proyecto que fusiona la Inteligencia Artificial y la robótica con la finalidad de que un robot escriba por vez primera una obra de teatro que se estrenará en enero de 2021.
Antes de comenzar a trabajar en su proyecto, llamado THEAITRE, los investigadores revisaron literatura previa que exploraba el potencial de las técnicas de inteligencia artificial para la creación de poesía, música, pinturas u otras formas de arte.
Aunque en la actualidad hay abundante literatura científica sobre arte producido por máquinas, la generación automática de una representación teatral completa no se había intentado con anterioridad.
Rudolf Rosa, uno de los investigadores implicado en esta investigación, explica a la revista TechExpolore que han dividido la producción de la obra en varias partes menores para facilitar la construcción automática de un argumento.
Generación jerárquica
Se trata de un enfoque llamado generación jerárquica que se ha usado con anterioridad en el campo de la IA para generar diálogos y guiones, pero hasta ahora nadie ha conseguido construir una obra completa siguiendo este enfoque.
Los investigadores checos se han apoyado en un modelo de lenguaje generativo, llamado GPT-2, desarrollado por el consorcio OpenIA, capaz de redactar noticias imaginarias perfectamente creíbles a partir de una noticia verdadera.
Cuando se le entrena adecuadamente, GPT-2 puede completar textos inacabados utilizando un lenguaje similar al original y cubriendo temas relacionados. Por ejemplo, si se alimenta con el primer párrafo de un artículo de noticias, el modelo genera algunos párrafos adicionales sobre el mismo tema, utilizando el texto existente como fuente de inspiración y, a la vez, generando oraciones sobre nuevos conceptos.
Los investigadores checos se proponen entrenar a GPT-2 para que, en vez de noticias inventadas, escriba guiones de teatro a partir de obras teatrales previas. El proyecto implica la participación humana en algún momento del proceso, para retocar el arte generado por un ordenador inteligente, y dejar constancia de esa huella humana en la obra final.
Por el momento, Rosa y sus colegas iniciaron su proyecto intentando identificar los enfoques más efectivos para producir automáticamente guiones de teatro. Si bien han decidido qué enfoque quieren usar, solo comenzaron a aplicarlo a la creación de su obra de teatro.
Inicios prometedores
«Nuestro proyecto aún está en sus inicios, pero nos ha sorprendido bastante lo bien que funciona el enfoque básico de utilizar el modelo GPT-2 preentrenado», explica Rosa a la citada revista.
«Solo le proporcionamos algunas líneas de un guión y recogió su género, estructura, tema y nombres de personajes, utilizando esta información para generar líneas más o menos plausibles. Esto se logró sin ninguna adaptación o ajuste: simplemente utilizamos el modelo, lo que demuestra que los modelos GPT-2 realmente son bastante potentes», añade.
Aunque el proyecto teatral no está terminado y tampoco se sabe si finalmente saldrá bien, los investigadores planean tener una primera versión en septiembre para a continuación comenzar los preparativos de su estreno a principios del año próximo.
Entre septiembre y enero la selección de actores y toda la producción deberán ponerse en marcha para cumplir el objetivo de estrenar la primera obra de teatro escrita íntegramente por un robot justo 100 años después de que la palabra robot fuera acuñada por primera vez en una obra de arte.