¿Por qué existen tantos tipos de tornillos?
October 15, 2023 Noticias , TecnologíaDocenas de diseños, y una historia casi indescifrable.
Están en todas partes, aunque es probable que te haya faltado la herramienta adecuada para extraerlos en algún momento. Usar tornillos es un placer bajo las condiciones correctas, sin embargo, su estado actual roza lo caótico.
¡Demasiados tornillos!
Philips, Torx, Pozidriv, Frearson, Robertson, Pentalobe… se supone que un recurso tan valioso debería ser estandarizado. Entonces, ¿por qué existen tantos tipos de tornillos? Tal vez, lo mejor sea tratar de entender sus orígenes…
La historia (o la leyenda, dependiendo de quién la cuente) dice que el concepto original del tornillo pertenece a Arquímedes, quien habría desarrollado un modelo a gran escala para transferir agua de zonas más bajas (digamos, un río) a zonas de irrigación más altas.
Pero no son pocos los que creen que el matemático e ingeniero vio al tornillo en acción durante su visita a Egipto, y que su verdadera invención se remonta a la época del rey asirio Senaquerib, hipotético creador de los Jardines Colgantes de Babilonia.
El resto fue cuestión de crear versiones más pequeñas, aprovechando su fuerza para mantener dos cosas (o más) unidas. La popularidad del tornillo tardó mucho en manifestarse.
Si el acceso a los clavos ya se presentaba como difícil y costoso en algunas regiones (llevando a la evolución de la carpintería por caminos muy interesantes), la situación de los tornillos era aún peor.
Sin embargo, todo cambió cuando Henry Maudslay y otros maestros de las «máquinas-herramientas» diseñaron los primeros tornos de precisión a fines del siglo XVIII, destinados a la producción en masa de tornillos. Ahí comenzó la tormenta.
La explosión de los tornillos
¿Por qué? Porque una explosión de creatividad e ingeniería combinada con estándares débiles (por no decir inexistentes) permitió a cada inventor hacer casi cualquier cosa con sus roscas y tornillos. Aún así, dentro de todo ese caos comenzó a definirse cierta lista de necesidades.
Por ejemplo, el tornillo plano o ranurado es fácil y barato de fabricar, pero no ofrece ni velocidad ni seguridad, dos aspectos fundamentales para entornos industriales.
Aquí aparece el inventor canadiense Peter Lymburner Robertson, quien logró producir con éxito al tornillo de ranura cuadrada, hoy simplemente conocido como Robertson.
Uno de los productos más importantes en adoptar al Robertson fue el Ford Modelo T. Henry Ford estaba encantado con el tornillo (le ahorraba hasta dos horas de trabajo por coche, que usaba unos 700) y trató de adquirir una licencia exclusiva para fabricarlo, pero Robertson se negó.
Ford no tardó en encontrar una alternativa: El tornillo con forma de cruz de Henry F. Phillips. Se supone que el tornillo Phillips tiene tres virtudes: Adaptabilidad (un solo destornillador puede colocar tornillos de dos o tres tamaños diferentes), auto-centrado, y la capacidad de «patinar a propósito» para evitar un exceso de fuerza.
Digo «se supone» porque pocas cosas son tan comunes como un tornillo Phillips destruido a causa del óxido, o de un destornillador de tamaño incorrecto.
La evolución del tornillo continuó, y eso se extendió a los destornilladores, más «inteligentes» y con funciones que limitan la torsión (torque).
La virtud del Phillips se transformó en molestia, dando lugar al tornillo hexagonal o Allen, y al famoso Torx, diseñado por Camcar Textron en 1967. El Torx tiene como prioridad minimizar los casos de saltos y patinaje.
Suena muy bien, salvo por un detalle: La rareza inicial del Torx fue aprovechada por los fabricantes para utilizarlo como «tornillo de seguridad», y más tarde recibió un pin en el medio, complicando las cosas.
Hoy, cualquier entusiasta de la electrónica, la construcción y el DIY debe estar armado hasta los dientes en materia de destornilladores. ¿Te gusta reparar y/o restaurar el hardware de Nintendo?
Un kit básico posee al menos media docena de destornilladores basados en Torx, Torx de seguridad, Tri-Point y Phillips. ¿Quieres reemplazar la batería de tu iPhone?
No irás a ninguna parte sin un juego Pentalobe, y ten mucho cuidado con la ubicación de los tornillos (no son intercambiables).
En resumen, las razones por las que existen tantos tipos de tornillos se pueden dividir en tres instancias: Al principio, los fabricantes debían trabajar con lo que tenían a su alcance.
Después, respondieron a las necesidades de sus clientes, y finalmente, esos clientes decidieron marginar al usuario, adoptando «soluciones de seguridad».
Sí, muchos tornillos ya son obsoletos, pero por más agradable que sea la idea de un estándar universal… recuerda.