Planetas rocosos como la Tierra pero sin estrella
Un nuevo estudio sugiere que la cantidad de planetas que no están en órbita alrededor de una estrella ni de ningún otro astro es muy superior a la de planetas que sí lo están.
Recreación artística de un planeta errante de tipo rocoso como la Tierra y masa similar a la de ella pero congelado y sumido en una fría noche perpetua, por la ausencia de una estrella cercana. / NASA’s Goddard Space Flight Center
A esos planetas sin ataduras con estrellas ni con astros comparables se les llama “planetas sin estrella”, “planetas errantes” o “planetas solitarios”. Sin tener que seguir una órbita en torno a un astro, se limitan a girar en torno al centro de la galaxia.
Los resultados del nuevo estudio implican que el telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA, cuyo lanzamiento al espacio está previsto para mayo de 2027, podría encontrar la asombrosa cifra de 400 mundos errantes con masa terrestre. De hecho, en este nuevo estudio ya se ha identificado a un posible planeta de esa clase.
El estudio lo han realizado científicos de la NASA (la agencia espacial estadounidense) y de la Universidad de Osaka en Japón.
El equipo de David Bennett (NASA) y Takahiro Sumi (Universidad de Osaka) estima que en nuestra galaxia hay 20 veces más planetas errantes que estrellas, o sea: billones (millones de millones) de mundos vagando solos por la galaxia.
Se trata de la primera estimación de la cantidad de planetas errantes en la galaxia que tiene en cuenta a mundos menos masivos que la Tierra.
Los hallazgos del equipo proceden de una inspección del cosmos denominada MOA (Microlensing Observations in Astrophysics), realizada durante nueve años en el Observatorio astronómico del Monte John en Nueva Zelanda.
Una lente gravitacional es el fenómeno que se genera cuando un objeto astronómico supermasivo en el espacio, por ejemplo un cúmulo de galaxias, cruza, desde la perspectiva visual de la Tierra, por delante de una galaxia u otro objeto luminoso que brilla en el fondo, mucho más lejos. El fuerte tirón gravitatorio del objeto supermasivo curva los rayos luminosos del objeto distante situado detrás y aumenta la imagen como lo hace una lente óptica. Eso permite a los astrónomos ver al objeto más distante con una resolución muy superior a la que sería posible sin el efecto de lente gravitacional.
El fenómeno de microlente gravitacional sigue el mismo principio pero a una escala mucho más pequeña. Se produce cuando un astro, como una estrella o un planeta, se alinea casi perfectamente con una estrella sin relación alguna con el astro pero situada justo detrás desde la perspectiva visual de la Tierra. Como todo lo que tiene masa deforma el tejido del espacio-tiempo, aunque sea poco, la luz de la estrella lejana se curva alrededor del objeto más cercano a la Tierra al pasar cerca de él. El objeto más cercano actúa como una lente natural, creando un breve pico en el brillo de la luz de la estrella situada al fondo que da a los astrónomos pistas sobre el objeto intermedio que no se podrían obtener de ninguna otra manera.
“La microlente es la única forma de encontrar objetos como planetas errantes de baja masa”, asevera Sumi.
El planeta de masa parecida a la de la Tierra que ha encontrado el equipo es el segundo de este tipo en ser descubierto.
En solo unas décadas, hemos pasado de conocer tan solo los planetas de nuestro sistema solar, a descubrir más de 5.300 planetas fuera de él. La inmensa mayoría de estos mundos captados fuera del sistema solar son enormes, están muy cerca de su estrella, o tienen ambas características, debido a que tales rasgos favorecen la detección con los medios actualmente a nuestro alcance. Por el contrario, los resultados del nuevo estudio sugieren que los planetas errantes con masas similares a la de la Tierra son más comunes que los planetas errantes de gran masa.
En uno de los primeros episodios de la serie original de Star Trek, la tripulación de la nave Enterprise encuentra uno de esos planetas solitarios en medio de un supuesto desierto estelar (una zona del cosmos desprovista de estrellas). Los tripulantes se sorprenden al descubrir que Gothos, el planeta sin estrella, es habitable. Aunque un planeta errante habitable puede ser plausible, los autores del nuevo estudio subrayan que el planeta errante recién detectado probablemente no comparta muchas otras características con la Tierra más allá de una masa similar.
Los eventos de microlente que revelan planetas errantes son extraordinariamente raros, por lo que una forma de encontrar bastantes más que los que ahora podemos hallar es recurrir a instrumentos de observación mucho más potentes y específicos que los actuales. Un instrumento así lo tendremos en mayo de 2027, cuando, si todo marcha según lo previsto, el telescopio espacial Nancy Grace Roman será lanzado al espacio.
Las mejores estimaciones anteriores, basadas en planetas en órbita alrededor de estrellas, sugerían que Roman detectaría 50 planetas sin estrella con masas similares a la de la Tierra. Los resultados del nuevo estudio sugieren que en realidad podría encontrar unos 400, aunque habrá que esperar a que Roman empiece a escudriñar el cielo para hacer predicciones más certeras.
