Patagotitan, el dinosaurio más grande de la historia

Entre los dinosaurios “cuello largo”, los titanosaurios fueron los más grandes, pero el Patagotitan se destaca por ser el ser vivo terr  estre más grande que haya existido.

Una reconstrucción de dos Patagotitanos al amanecer. / PaleoEquii / Trabajo propio

A pesar de las muchas secuelas que han salido en la franquicia Jurassic Park, hay una escena de la primera película que las siguientes no han logrado replicar. No hablo del imponente Tyrannosaurus rex comiéndose al abogado y después persiguiendo el jeep, o básicamente cualquier escena de los “Velociraptors”. Desde luego hablo del momento en el que nuestros protagonistas ven a su primer dinosaurio en el parque, uno de los dinosaurios más grandes conocidos, un Brachiosaurus.

Saurópodos, los dinos de cuello largo

Este dinosaurio pertenece a un grupo de dinosaurios conocidos como saurópodos, al que el público general conoce como “cuello largo”. El tamaño monumental de estos animales, además de sus particularidades físicas han atrapado la imaginación de generaciones y generaciones de personas, tanto de quienes se dedican a investigarlos profesionalmente, como de quienes los conocemos por medio de libros, documentales o películas.

Claro, los tiranosáuridos con sus enormes dientes y diminutos brazos; los raptores, con su garra retráctil, los ceratópsidos y sus hermosas cornamentas; entre algunos otros, nos hacen imaginar batallas épicas que tuvieron lugar hace más de 65 millones, entre las armas de los depredadores y las defensas de los herbívoros.

Dinosaurios saurópodos como el Argentinosaurus fueron fortalezas andantes. / MR1805 /iStock

Por su parte los saurópodos una vez llegando a cierta edad – o tamaño – no tenían que preocuparse de estas dinámicas, al ser tan enormes que básicamente nadie se habría metido con ellos. Incluso entre las especies pequeñas de este grupo, sus dimensiones corporales son difíciles de imaginar, como si en el cuerpo de un elefante pusiéramos la cabeza de una jirafa y la cola de un cocodrilo, y aumentáramos el tamaño unas cuantas escalas.

Titán entre titanes

Pero aún entre los saurópodos hubo especies cuyo tamaño era tan grande que los investigadores no tuvieron más remedio que nombrarlos titanosaurios, que además de su tamaño se caracterizaban por amplios huesos pectorales, lo que habría ocasionado una apariencia más robusta que la de otros cuello largo.

A varios de los animales incluídos en este grupo de titanosaurios se les considera no solo los dinosaurios, sino incluso los animales terrestres más grandes que jamás hayan existido – el acuático es un cetáceo ya extinto también -. Pero el titán de los titanes es una especie llamada Patagotitan mayorum.

Un humano alto levantando el brazo podía rascarle la panza. / Mariolanzas / Wikimedia Commons

Encontrado en la región de la Patagonia argentina, los dinosaurios de esta especie podían llegar a medir 37 metros de longitud – aunque las estimaciones los colocan hasta en 42 metros – y 20 de altura desde la punta de los pies hasta la cabeza cuando tenían el cuello erguido. Estas dimensiones también se traducían en un gran peso, de entre 42 y 71 toneladas.

Este peso tenía que ser soportado por grandes huesos de piernas y brazos, los fósiles de fémur – el hueso más largo del cuerpo – encontrados entre 2012 y 2014, miden 2.38 metros de longitud, lo cual los hace más largos que incluso los jugadores en activo más altos de la NBA.

Aunque eso sí, a comparación de otras especies de gigantes, los huesos del brazo eran ligeramente más cortos; el húmero – el hueso del antebrazo y el más largo de las extremidades superiores – mide 1.67 metros, 9 centímetros más pequeño que el de Notocolossus, con 1.76 metros de largo.

Su único enemigo eran ellos mismos

Uno de los enormes beneficios de ser un titán es que la única competencia a la que se enfrentaron fue a otros individuos de su especie o de su tamaño, los depredadores no son una molestia y podían alimentarse de árboles a los que las especies pequeñas simplemente no tenían acceso.

Pero ser un titán también es un problema, el consumo energético que se requiere para mantener un cuerpo de las dimensiones que ya describimos es muy alto, así que cualquier alteración al ecosistema que provocara una disminución en la vegetación los hacía especialmente susceptibles.

En la imagen podemos ver la imponente vértebra del Patagotitan, sobre ella está colocada una “diminuta” vértebra de caballo. / Gastón Cuello / Wikimedia Commons

Una fuerte sequía, incendios o un cambio climático pudieron hacer menguar la vegetación de la cual se alimentaban, y aunque la causa de la extinción de Patagotitan es desconocida, la inestabilidad del ecosistema para mantener sus requerimientos energéticos es una hipótesis válida.

La región de la Patagonia en sudamérica es uno de los sitios más ricos en fósiles fascinantes, si bien existen muchos investigadores que proponen que es incorrecta la expresión de “los dinosaurios dominaban la tierra”, en el caso de dinosaurios enormes como el Argentinosaurus – otro titanosaurio – y el Patagotitan es complicado no considerar que realmente eran los amos y señores de allá a donde fueran.

Referencias:

Muy Interesante