Osiris ‘resucita’ en la pirámide escalonada de Zoser
July 2, 2018 El Mundo , NoticiasLos interminables trabajos de restauración de la maltrecha pirámide escalonada de Zoser, en la necrópolis de Saqara, han deparado una sorpresa a los arqueólogos: el fortuito hallazgo de una estatuilla en bronce de Osiris, el dios egipcio de la resurrección.
La figura, con el rastro aún de los colores que una vez lució y fiel a su cayado y flagelo, asomó en una pequeña oquedad entre los pesados bloques de piedra que componen la fachada de la construcción en piedra más antigua del mundo, levantada por el sumo sacerdote Imhotep durante la III dinastía, resultado de la superposición de seis mastabas, una estructura truncada de adobe en forma piramidal.
Según el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa el Waziri, la obra fue descubierta mientras una misión de arqueólogos egipcia retiraba los escombros del lado oeste de la primera pirámide de la historia, ubicada a unos 25 kilómetros al sur de El Cairo, en plenos “trabajos de restauración y preservación” del monumento.
“La estatua representa al dios Osiris de pie portando una pluma en una mano y un cetro en la otra con una corona Atef (una corona compuesta por dos plumas de avestruz, dos cuernos en su base y un disco solar que, según los antiguos egipcios, ayudaba a renacer al difunto y estaba relacionada por Osiris)”, relata El Waziri. “La obra tiene rastros de yeso en algunas partes”, agrega.
Divinidad de la fertilidad y la vegetación, Osiris -hijo de la Tierra y el Cielo- acabó por convertirse en uno de los principales dioses del panteón egipcio. Casado con su hermana Isis, recibió en herencia Egipto. Murió asesinado por su hermano Set. Según Plutarco, el dios de la resurrección fue convidado a un banquete por Set, quien en el transcurso de la comida prometió regalar un sarcófago a cuyo cuerpo se adaptara mejor. Cuando Osiris se instaló, el ataúd se cerró y fue arrojado al río, donde falleció ahogado.
Isis recuperó entonces el cadáver y lo escondió en el Delta. Empeñado en borrar cualquier huella, Set lo descubrió y decidió despedazar su cuerpo y esparcir sus catorce fragmentos por todo el país. Su esposa fue recuperando los restos desperdigados por Egipto pero jamás halló el falo. Por la magia de su verbo, la viuda resucitó a Osiris el tiempo suficiente para concebir a Horus, quien acabaría derrotando al asesino de su padre.
Una biografía que renace ahora con la estatuilla hallada a los pies de una pirámidecuyo esqueleto se somete desde hace más de tres lustros a una ardua operación a base de limo y arena, los mismos materiales que tallaron su silueta en mitad del desierto, entre polémicas por el equipo y los remedios aplicados.
La figura descubierta mide 63 centímetros de altura y 15 centímetros de anchura en la zona más prominente. A juicio del director del complejo de Saqara, Sabri Farag, procede de una época tardía y fue colocada en una de los agujeros que dejaron los bloques por un “uno de los sacerdotes encargados de mantener a buen recaudo el símbolo de Osiris y su relación con la resurrección”.
Tras ser desenterrado, el objeto se halla actualmente en el laboratorio de restauración emplazado en los almacenes de la necrópolis.Su aparición añade un nuevo relato a las áridas inmediaciones donde el faraón Zoser (2687 a.C. – 2668 a.C.) erigió la que fue la génesis que hizo posible la majestuosidad de las pirámides que siguieron su estela. Un icono de 4.700 años de historia castigado por el desierto y los terremotos que cimbrearon su estructura.
En 2002, un equipo de expertos alertó del elevado riesgo de derrumbe. Para reforzar su maltratado esqueleto y reducir su vulnerabilidad a los seísmos, una empresa británica colocó en 201118 enormes “airbags” en la cámara funeraria. Desde entonces ha sido protagonista de una campaña para salvarla que ha permitido ahora localizar por azar a Osiris.