Observando el cielo se puede saber cuándo va a ocurrir un gran terremoto

La Tierra y el Universo funcionan como un todo: los terremotos y los rayos cósmicos están relacionados, según una investigación.

Los cambios en la intensidad de los rayos cósmicos registrados por los observatorios en la superficie de nuestro planeta avisan de que va a ocurrir un megaterremoto. / FIP PAN / NASA / JSC

Los científicos han descubierto una sorprendente relación entre los terremotos y la radiación cósmica: permite conocer, con al menos 15 días de anticipación, cuándo va a tener lugar uno de los grandes terremotos que se esperan en el mundo, aunque no se sabe si también podrá precisar exactamente dónde ocurrirá.

¿Es posible predecir los terremotos observando los cambios en la radiación cósmica que llega a la superficie de nuestro planeta?

Un proyecto internacional llamado CREDO (Cosmic Ray Extremely Distributed Observatory) ha verificado esta hipótesis: los resultados de sus análisis estadísticos muestran que existe una correlación clara entre la actividad sísmica global y la intensidad de la radiación cósmica secundaria que permitiría determinar la inminencia de un megaterremoto.

Radiación cósmica

La radiación cósmica primaria está compuesta por partículas cargadas procedentes del Sol y del espacio profundo, que al chocar con las moléculas de gas de nuestra atmósfera producen cascadas de partículas secundarias.

Estas partículas secundarias son las que se registran en la superficie terrestre por observatorios como CREDO, que utiliza tanto detectores científicos sofisticados como sensores CMOS de los teléfonos inteligentes.

La idea de que hay una relación entre los terremotos y la radiación cósmica se basa en la observación de que las corrientes toroidales que recorren el núcleo líquido de nuestro planeta son las responsables de generar el campo magnético terrestre. Este campo de corrientes desvía las trayectorias de las partículas cargadas de la radiación cósmica primaria.

Por tanto, si los grandes terremotos estuvieran asociados a perturbaciones en los flujos de materia que impulsan la dinámica terrestre, estas perturbaciones alterarían el campo magnético, lo que a su vez afectaría a las trayectorias de las partículas de la radiación cósmica: se convertirían así en señales de alerta ante la inminencia de un gran terremoto.

Relación evidente

Los científicos de CREDO han analizado los datos de la intensidad de la radiación cósmica secundaria recogidos durante los últimos 50 años por el proyecto Neutron Monitor Database y desde 2005 por el Observatorio Pierre Auger.

Asimismo, incluyeron en sus análisis información sobre los cambios en la actividad solar y sobre la actividad sísmica de la Tierra, obtenida del programa del Servicio Geológico USA.

Combinando todos estos datos, descubrieron una correlación evidente entre los terremotos de magnitud 4 o superior y la intensidad de la radiación cósmica secundaria, pero solo cuando se desplazan los datos de la radiación cósmica 15 días respecto a los datos sísmicos.

Esto sugiere que podría haber información sobre los terremotos con bastante antelación, pero aún no está claro si será posible determinar también el lugar exacto donde se producirán.

Las correlaciones entre los cambios en la intensidad de la radiación cósmica y los terremotos no son evidentes en los análisis por localización. Solo aparecen cuando se tiene en cuenta la actividad sísmica a escala global.

Este hecho puede significar que en los cambios en la intensidad de la radiación cósmica se puede ver que la Tierra y el Universo funcionan como un todo, señalan los investigadores.

Estado de las investigaciones

El suelo bajo nuestros pies está siempre en movimiento, si bien la mayoría de los terremotos son pequeños. Hasta 500.000 terremotos detectables ocurren cada año.

Casi 100.000 de ellos son lo suficientemente fuertes como para sentirse, y solo unos 100 causan daños. Por lo general, ocurren a unos 16 kilómetros de la corteza terrestre, y se concentran a lo largo de los límites donde se encuentran las placas tectónicas.

En las últimas dos décadas, sin embargo, los terremotos han causado más de la mitad de todas las muertes relacionadas con desastres naturales.

Aunque predecir cuándo una falla en particular desencadenará un terremoto permanece lejos de lo posible, los científicos han descubierto gran parte de cómo, dónde y por qué ocurren los terremotos.

En la actualidad se está desarrollando un esfuerzo creciente en aplicar el aprendizaje automático, una rama de la Inteligencia Artificial (IA), a los problemas sismológicos, especialmente a las tareas de detección, medición, asociación, localización y caracterización de los terremotos.

Grandes terremotos esperados

Las investigaciones sobre la prevención de terremotos son importantes porque la ciencia espera que ocurran grandes episodios de esta naturaleza en el mundo para los que debemos estar preparados.

El terremoto más grande que se espera es uno de magnitud 9.0 que los científicos calculan ocurrirá en la costa oeste de Estados Unidos, por la falla de Cascadia.

Se estima que esta falla produce un gran terremoto cada 300 a 500 años, y el último ocurrió en 1700, hace 323 años. Por eso, muchos científicos consideran que la región está expuesta en cualquier momento a un megaterremoto y que es necesario prepararse para este escenario.

Otro terremoto importante que se espera será uno de magnitud 8.0 o superior en la falla de San Andrés, que recorre California y que podría causar daños severos en Los Ángeles y San Francisco.

También en Asia

Otro terremoto de magnitud 8.0 o superior se espera en la zona de subducción de Nankai, que amenaza a Japón y podría generar un tsunami devastador.

Otro terremoto, también de magnitud 8.0 o superior, se espera en la zona de subducción de Sunda, que se extiende desde Sumatra hasta Java y Bali en Indonesia y podría afectar también a Singapur y Malasia.

Por último, un terremoto de magnitud 7.0 o superior ocurrirá en la falla del Himalaya, que atraviesa India, Nepal, Bután y China y podría provocar deslizamientos de tierra y avalanchas.

Entre rayos cósmicos y la Inteligencia Artificial está la posibilidad de minimizar el impacto sobre la población que pueden tener estos megaterremotos inevitables.

Referencia

Observation of large scale precursor correlations between cosmic rays and earthquakes with a periodicity similar to the solar cycle. P. Homola et al. Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, Volume 247, June 2023; 106068. DOI:https://doi.org/10.1016/j.jastp.2023.106068

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