La científica señaló que en los últimos años fueron localizados unos 800 geoglifos, de los cuales 523 están en el estado de Acre. Estos geoglifos son una prueba contundente de que las áreas forestales de esta región estaban pobladas mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos.

“Cuando yo estudiaba en el colegio nos enseñaban, creo que igual que a todos, que Amazonas no era un lugar muy poblado antes de la llegada de los colonizadores, pero estos geoglifos demuestran lo contrario”, explica Rampanelli.

Así, la experta destaca que previamente estos geoglifos estaban solamente en áreas sin bosques y en regiones específicas. No obstante, desde el año pasado, su equipo encontró multitud de estas figuras plasmadas sobre el suelo en áreas forestales.

Un geoglifo nuevo descubierto en Acre, Brasil / IVANDRA RAMPANELLI

Estos hallazgos fueron posibles por dos razones principales. La primera de ellas es la progresiva deforestación, que deja al descubierto los geoglifos encontrados por los científicos. La segunda razón es el desarrollo de la tecnología.

“La calidad de imágenes satelitales ha mejorado mucho. Todas las imágenes de estos lugares desde el espacio tienen acceso público”, señaló Rampanelli.

A pesar del hecho de que los geoglifos brasileños no son tan populares como las Líneas de Nazca en Perú, las agencias turísticas ya organizan avistamientos de estas figuras desde globos que permiten tener la mejor perspectiva.

El cráter de uno de los geoglifos descubiertos por Rampanelli / IVANDRA RAMPANELLI

Según explicó Rampanelli, los primeros descubrimientos de este tipo tuvieron lugar en 1977, pero, debido a la falta de financiación, los trabajos pudieron reanudarse solo en 2005.

En cuanto a las funciones que tenían los geoglifos en las vidas de los lugareños, la arqueóloga explica que la teoría más común es que eran lugares ceremoniales para llevar a cabo rituales.

“Si nos imaginamos el esfuerzo físico puesto en la creación de estos objetos, está claro que en aquellos tiempos era algo muy importante para ellos”, narró.

Rampanelli destacó la importancia que tienen estos descubrimientos, puesto que estos objetos son más fáciles de conservar cuando se conoce su ubicación. Además, permiten llegar a nuevas conclusiones y entender las funciones que ejercían en el pasado.

“Incluso hay una teoría de que los bosques del Amazonas, tal y como los conocemos hoy en día, son el resultado de la destrucción que tuvo lugar hace 2.500 años. Algunos científicos consideran que el Amazonas apareció mucho más tarde de lo que se creía y lo que vemos hoy es lo que se pudo salvar”, concluyó la arqueóloga. Además, añadió que aún hay mucho por descubrir.

Un equipo de arqueólogos brasileños se topó hace tiempo con descubrimientos similares en la Cuenca del Amazonas y llegaron a conclusiones similares.

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