Nueva tecnología acuícola puede ayudar a aliviar la crisis alimentaria mundial

En la actualidad, la acuicultura integrada está empezando a recibir el apoyo de los gobiernos de todo el mundo debido a sus beneficios medioambientales, que incluyen la reducción de la carga de nutrientes en las aguas costeras y de la emisión de gases y la huella de carbono. De este modo, contribuye a combatir la crisis climática y el calentamiento global.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) y del Instituto de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel (IOLR), en Haifa, desarrollaron un método innovador para cultivar algas enriquecidas con nutrientes, proteínas, fibra dietética y minerales para las necesidades humanas y animales. La avanzada tecnología promueve un enfoque ecológico de «acuicultura integrada sostenible».

Como parte de la metodología, las algas purifican el agua en la que crecen y ayudan así a mantener el equilibrio ecológico del medio marino y costero.

Según los investigadores de ambas instituciones, la tecnología de vanguardia aumenta significativamente la tasa de crecimiento, los niveles de proteínas, los carbohidratos saludables y los minerales en los tejidos de las algas, lo que convierte a las «algas enriquecidas» en un superalimento natural con un valor nutricional extremadamente alto, que puede utilizarse en el futuro para la industria de alimentos saludables y para asegurar una fuente de alimentación ilimitada.

La investigación fue dirigida por el estudiante de doctorado Doron Ashkenazi, bajo la dirección del profesor Avigdor Abelson de la Escuela de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Vida George S. Wise de la TAU y del profesor Álvaro Israel del IOLR.

El estudiante Doron Ashkenazi junto al profesor Avigdor Abelson.

»En el estudio se cultivaron especies locales de las algas Ulva, Gracilaria e Hypnea muy cerca de sistemas de piscicultura en diferentes condiciones ambientales», explicó Doron Ashkenazi, quien agregó que »las condiciones especiales permitieron que las algas florecieran y permitieran una mejora significativa de su valor nutricional hasta el punto de convertirse en algas enriquecidas».

El uso de las algas como fuente de alimento que satisface todas las necesidades nutricionales del ser humano recuerda incluso al maná bíblico que alimentaba a los israelitas en el desierto. También será posible utilizar las algas enriquecidas de forma aplicada para otras industrias de la salud, como suplementos nutricionales o cosmética.

«Las algas pueden considerarse un superalimento natural, más abundante en los componentes necesarios de la dieta humana que otras fuentes de alimentos. Gracias al enfoque tecnológico que desarrollamos, el propietario de una granja o un empresario podrá planificar de antemano una línea de producción de algas ricas en las sustancias que le interesen, que pueden utilizarse como alimentos saludables o suplementos nutricionales. Por ejemplo, algas con un nivel especialmente alto de proteínas, algas ricas en minerales como hierro, yodo, calcio, magnesio y zinc, o en pigmentos especiales o antioxidantes. Las algas enriquecidas pueden utilizarse para ayudar a las poblaciones que sufren desnutrición y carencias nutricionales, las poblaciones desfavorecidas de todo el mundo, así como para complementar una dieta vegetariana o vegana», detalló Ashkenazi.

Diseño del sistema de acuicultura en tierra, al aire libre, tal y como se encontraba en el instituto IOLR, en Haifa, Israel.

Además, a diferencia de la agricultura terrestre, la acuicultura, y en particular el enfoque de cultivo de algas que se propone no requiere grandes extensiones de tierra, agua dulce ni una importante cantidades de fertilizantes. La acuicultura es respetuosa con el medio ambiente y preserva la naturaleza y el equilibrio ecológico al reducir los riesgos ambientales. Por otro lado, la nueva metodología ofrece de hecho una situación ideal, de agricultura sostenible y limpia. En la actualidad, la acuicultura integrada está empezando a recibir el apoyo de los gobiernos de todo el mundo debido a sus beneficios medioambientales, que incluyen la reducción de la carga de nutrientes en las aguas costeras y de la emisión de gases y la huella de carbono. De este modo, contribuye a combatir la crisis climática y el calentamiento global.

Por último, a la hora de hablar del impacto de la nueva tecnología, Ashkenazi afirmó: «Las tecnologías de este tipo son, sin duda, un modelo para un futuro mejor para la humanidad, un futuro en el que los seres humanos puedan vivir de manera agradable y con salud en su entorno».

La investigación se llevó a cabo en colaboración con otros destacados investigadores de Israel, como Guy Paz y la doctora Yael Segal, del IOLR; la doctora Shoshana Ben-Valid, experta en química orgánica; el doctor Merav Nadav Tsubery, del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Bar-Ilan; y el doctor Eitan Salomon, del Centro Nacional de Maricultura de Eilat.

AJN