Neurociencias descubre un nuevo mecanismo para reforzar las redes cerebrales de la memoria
June 12, 2018 El Mundo , NoticiasInvestigadores del Instituto de Neurociencias de San Juan de Alicante UMH-CSICy del Instituto Levich de Física de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (Estados Unidos) han descubierto un nuevo mecanismo para reforzar las redes cerebrales de la memoria.
En concreto, los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en ‘Nature Communications’, han utilizado la teoría de percolación para localizar en ratones los nodos que, por su posición estratégica en las redes cerebrales, son “críticos” para favorecer la formación de memorias, aunque no reciban tantas conexiones como los “hubs”, en los que hasta ahora se había centrado la atención.
“El resultado ha sido una sorpresa porque encontramos que los nodos críticos para el funcionamiento de las redes de memoria del hipocampo se localizan, en realidad, en el núcleo accumbens, una estructura que forma parte del sistema de recompensa del cerebro. Un hallazgo que no hubiéramos podido predecir a priorisin este nuevo enfoque. Hasta ahora sabíamos que el núcleo accumbens participa en la formación de memorias, entre otras funciones, pero desconocíamos su papel fundamental para estabilizar la interacción entre el hipocampo y otras regiones de la corteza cerebral, como acabamos de descubrir. Estas interacciones son fundamentales para la consolidación a largo plazo de las memorias, entre otras cosas”, ha explicado el doctor del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, Santiago Canals.
Este estudio apunta a que las memorias que requieren la interacción del hipocampo y la corteza prefrontal necesitan también la intervención del núcleo accumbens para formarse. Este resultado se confirma con la inactivación farmacogenética del núcleo accumbens, que elimina por completo la formación de la red de memoria, mientras que la inactivación de otras áreas del cerebro deja intacta esta red.
El trabajo también sugiere que la sincronización entre el núcleo accumbens, el hipocampo y la corteza cerebral, a la hora de almacenar nueva información, proporciona un mecanismo para la actualización de los recuerdos que guiará los comportamientos futuros, de acuerdo con la información almacenada en el pasado.
“Nuestros resultados tienen implicaciones prácticas para tratar patologías del cerebro basadas en la conectividad funcional, como la adicción a sustancias de abuso, la esquizofrenia o la depresión. Permite, por ejemplo, diseñar protocolos de intervención dirigidos a nodos críticos del cerebro para manipular su actividad, buscando reforzar conexiones entre redes neuronales cerebrales, por ejemplo, para reforzar la memoria”, ha argumentado el doctor Canals.
Además, prosigue el investigador, las alteraciones en la conectividad funcional de las distintas redes cerebrales podrían utilizarse como biomarcador diagnóstico y de pronóstico de distintas enfermedades. De hecho, algunas herramientas clínicas, como la estimulación magnética transcraneal o la estimulación cerebral profunda, podrían beneficiarse de esta nueva aproximación, que permite localizar las áreas a estimular en algunos trastornos neurológicos o psiquiátricos, especialmente aquellos que se cree que son el resultado de las disfunciones de la red.