Monogamia, exogamia femenina y generalmente estables: revelan cómo eran las dos familias más antiguas conocidas del neolítico

Más de 100 cadáveres encontrados en una necrópolis en Francia constituyen el primer gran árbol genealógico del mundo Neolítico, y las conclusiones que se han obtenido de su modo de vida han sorprendido a los científicos.

Representación de un grupo de neandertales. / Public Domain

Esta historia comienza con el descubrimiento de un cementerio francés para plebeyos y gente corriente, de hace más de 6.500 años. Los arqueólogos que encontraron aquel lugar, allá por los años 2000, toparon con los restos de más de 120 individuos, y ahora, un grupo de científicos ha logrado extraer el ADN de 94 de esos cadáveres cuyas secuencias genéticas dibujan lazos de parentesco entre todos ellos, conformando el árbol de familia más antiguo y grande hasta la fecha.  

Patrilocalidad y exogamia femenina

Del estudio, publicado en la revista Nature, se obtiene una conclusión clave: estas familias formaban parte de una sociedad patrilocal. Esto es, que mientras los hombres permanecían en su lugar de nacimiento toda la vida, las mujeres debían ir a vivir a otros grupos.

Esto, que no es más que un intercambio de mujeres de unas a otras tribus, se conoce como exogamia femenina, y es una práctica típica en Europa durante esa época, que probablemente servía para establecer relaciones y alianzas con otros clanes.

Aunque lo realmente curioso en todo esto es como llegaron los científicos a esta conclusión, analizando los dientes encontrados en los cadáveres, cuyos niveles de isótopos de estroncio indicaron de dónde provenía el agua que bebieron durante su niñez. Así, comprobaron que los de las mujeres provenían de muchos lugares distintos.  

Esta práctica de la patrilocalidad, observada en numerosos yacimientos neolíticos posteriores, podría ser una manera de evitar la endogamia y sus problemas asociados. 

Dos patriarcas, dos familias

En este cementerio de Gurgy Les Noisats -ubicado al sur de París- apenas aparecieron objetos de valor junto a los cadáveres, lo que para los expertos parece indicar que se trataba de gente corriente, y no de personas de la élite, que sí solían ser enterradas con objetos de valor, armas e incluso animales.

Además, en la excavación se encontraron los restos de los que serían los líderes de dos clanes claramente diferenciados, sin apenas cruce entre ambos grupos. El primero de ellos, el más grande, conformado por 64 familiares, abarca siete generaciones. El segundo lo forman 12 familiares de cinco generaciones.

Neandertal. / 20M EP

Por otro lado, los restos del ‘padre fundador’, del que descendían todos los miembros del árbol genealógico más grande, fueron enterrados dentro de la tumba de una mujer de la que no se tienen datos genealógicos, pero se sabe que murió en otro lugar, por lo que la tribu debió de trasladar su cadáver hasta este cementerio de Gurgy. Esto reafirma la teoría de que este hombre debió ser, incluso en aquel momento, una figura importante para su tribu.

Una sociedad fértil, pacífica y estable

Otro hallazgo sorprendente fue que del número total de miembros de las dos familias, -37 mujeres y 57 hombres- 37 eran niños. Además, muchas parejas tenían hasta seis hijos que llegaron hasta la edad adulta. Esto indica que fue una época de estabilidad social, mucha fertilidad en las mujeres, y gran abundancia de alimentos. De hecho, los expertos aseguran que no hay rasgos de violencia en ningún de los cadáveres del cementerio.

Monogamia entre la plebe

Otra de las grandes conclusiones del estudio es que estas familias fueron monógamas. La prueba está en que no se han encontrado medio hermanos en ninguno de los dos clanes, y tampoco se observa que las personas que se quedasen viudas se emparejasen con sus cuñados.

“No sabemos si eran fieles, pero no vemos pruebas genéticas de que no lo fueran. Al menos es diferente del único ejemplo que teníamos del Neolítico -un árbol genealógico de 35 individuos de cinco generaciones enterrados en la misma tumba de Hazleton North, Inglaterra, alrededor del año 3700 a.C-, donde hombres y mujeres tenían múltiples parejas y descendencia de estas uniones. En Gurgy no observamos esto, pero estos descendientes podrían existir y estar enterrados en otro lugar”, explica Maïté Rivollat, autora principal del estudio.

La razón por la que practicaban la monogamia no está clara, pero los expertos creen que podría deberse al estatus de estas familias, que, al contrario de otros restos enterrados en cementerios con monumentos megalíticos, probablemente no tenían los recursos suficientes como para mantener a varias mujeres.

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