Médicos en China instalan ‘máquina de la felicidad’ en el cerebro de un paciente

Un hombre adicto a las metanfetaminas se convirtió en el primer paciente de un programa piloto que busca tratar las adicciones con estimulación craneal profunda.

En el Hospital Ruijin de Shanghai, China, un hombre acaba de convertirse en el primer ser humano en recibir un implante cerebral que podría revolucionar el tratamiento médico que se dispensa a las adiciones, en especial la adicción a las drogas.

El hecho se dio a conocer hace unos días, luego de que el paciente –cuya identidad se conserva en el anonimato– presentara resultados positivos en este programa piloto, concretamente, haber pasado más de seis meses sin consumir metanfetaminas, la droga a la cual era adicto antes de formar parte del experimento.

“Yan” (el nombre dado al paciente con fines informativos) sobrevivió a una cirugía de 72 horas en la que el equipo médico que intervino taladró su cráneo un par de veces para instalar dos electrodos en su cerebro, los cuales estimulan las regiones que se han asociado con el desarrollo de un comportamiento adictivo, particularmente el llamado “centro de recompensa”.

Este procedimiento es conocido como estimulación craneal profunda y es utilizado desde hace varios años en el tratamiento de padecimientos sobre todo neurológicos, como la enfermedad de Alzheimer. Este es el primer caso en que la estimulación craneal profunda se utiliza para tratar una adicción.

De acuerdo con la información dada a conocer, desde hace medio año Yan dejó de consumir metanfetaminas y, de hecho, asegura que la “máquina” en su cerebro es mágica, pues además de controlar su adicción, según su experiencia también controla otras expresiones de su comportamiento como la alegría, el enojo, la pena o la felicidad.

Esta descripción es en realidad precisa, pues en efecto es así como funciona el mecanismo. Ayudado por una tableta electrónica, el Dr. Li Dianyou, responsable del programa, es capaz de provocar en su paciente estados emocionales como la agitación o la satisfacción, con tan sólo tocar la pantalla de su dispositivo.

Con este programa, el gobierno y otras instancias en China buscan impulsar la generalización de la estimulación craneal profunda como tratamiento médico válido para padecimientos de orden psicológico.

¿Es este el comienzo de una nueva era en el tratamiento de los comportamientos adictivos? Por mucho tiempo en la historia, el ser humano ha batallado con esta inclinación particular de su conducta, sin que hasta ahora parezca que exista un “remedio” que cumpla con los estándares elevados de eficiencia que demanda la industria de la salud. Si quizá más personas estuvieran dispuestas a entender su vida y sus decisiones, la adicción sería menos un defecto por corregir y más bien una dificultad a remontar.

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