Marte no está geológicamente muerto

El interior del planeta rojo sería geodinámicamente activo y podría resguardar vida microbiana.

Investigadores estadounidenses concluyen en un nuevo estudio que una “pluma de manto” activa, con un diámetro de unos 4.000 kilómetros, podría estar debajo de las llanuras del norte de Marte, empujando la corteza hacia arriba y trayendo magma caliente a la superficie. Esto explicaría la actividad sísmica y volcánica del área, que podría ser un buen sitio para la preservación de formas de vida microbianas.

Una investigación publicada recientemente en la revista Nature Astronomy muestra que debajo de una amplia llanura marciana llamada Elysium Planitia, una gran “pluma de manto” podría estar impulsando el magma fundido hasta la superficie. Esto apoyaría múltiples líneas de evidencia que apuntan a un Marte volcánico: la actividad sería relativamente reciente y podría conformar un ambiente propicio para el desarrollo de microbios y bacterias en el planeta rojo.

MARTE NO ESTÁ “MUERTO”

Marte se ha considerado habitualmente un mundo geológicamente inactivo, debido a la falta de evidencia de la tectónica actual y las erupciones volcánicas, especialmente en comparación con la Tierra. Sin embargo, recientemente el módulo de aterrizaje InSight de la NASA, que ha estado en Marte desde 2018, detectó una actividad sísmica baja pero constante, que se originaría en un sistema cercano de fisuras recientemente formado llamado Cerberus Fossae, la misma zona donde se registró el evento volcánico más reciente de Marte hace 53.000 años.

Los recientes descubrimientos indicarían que Marte no es el planeta geológicamente “muerto” que se supone en la actualidad, según una publicación del Science Media Centre (SMC) de España. Liderado por los investigadores Adrien Broquet y Jeffrey Andrews-Hanna, de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, el nuevo estudio ha hallado evidencia de que toda el área de Elysium Planitia, en el norte marciano, se asienta sobre una pluma de manto cuyo material está entre 95 y 285 grados Celsius más caliente que su entorno.

Según una nota de prensa, la enorme y candente estructura subterránea tendría entre 3.500 y 4.000 kilómetros de diámetro: al igual que en la Tierra, la presencia de una pluma de manto impulsaría la actividad geológica local sostenida, incluidos los martemotos o terremotos marcianos. Además, sería la causa de la lenta apertura de la corteza debajo de Cerberus Fossae, el sector en el que precisamente se ubica el centro de la estructura identificada.

Hasta el momento, los científicos solo han obtenido pruebas sólidas de que las “plumas del manto” están activas en la Tierra y Venus, pero esto no se esperaba en un mundo pequeño y supuestamente frío como Marte. De confirmarse los nuevos datos, Marte se convertiría en el tercer planeta con estas características en el Sistema Solar interior.

VIDA MICROBIANA Y HÁBITATS HUMANOS

Según indicó al SMC Antonio Molina, geólogo planetario especializado en Marte del Centro de Astrobiología (CAB) de España, quien no participó de la investigación, un subsuelo más cálido, al menos en esta región del planeta, podría propiciar la proliferación de vida microbiana y, al mismo tiempo, brindar condiciones de habitabilidad y suponer un importante potencial para construir hábitats humanos, o incluso desarrollar estaciones geotérmicas. Al mismo tiempo, también podría marcar un riesgo añadido para las instalaciones.

Aunque los datos sobre el interior de Marte son todavía muy reducidos y en su mayoría indirectos, los resultados de la misión InSight de la NASA apuntan a una actividad interna del planeta mucho mayor a la esperada. Incluso, el nuevo estudio indica los numerosos movimientos sísmicos detectados por el sismómetro de la misión, como una prueba más al respecto. A pesar de esto, los científicos destacaron que todos estos indicios no pueden considerarse aún como pruebas irrefutables de un vulcanismo reciente en Marte.

REFERENCIA

Geophysical evidence for an active mantle plume underneath Elysium Planitia on Mars. Adrien Broquet and J. C. Andrews-Hanna. Nature Astronomy (2022). DOI:https://dx.doi.org/10.1038/s41550-022-01836-3

EPE