¿Mantener la delgadez corporal consumiendo comida rica en grasa?

Nuestra propia biología es nuestro peor enemigo cuando se trata de desarrollar obesidad. El cuerpo está orientado de forma natural a asimilar toda la energía posible de los alimentos que comemos y almacenarla como grasa hasta que la necesite. Este es el resultado de millones de años de evolución bajo la presión de la baja disponibilidad de alimentos.

Pero hoy en día, cuando muchos de nosotros en las naciones desarrolladas tenemos acceso constante a alimentos altos en calorías, la impresionante capacidad de nuestro cuerpo de convertir comida en grasa se ha convertido, irónicamente, en algo problemático. En consecuencia, el número de personas con sobrepeso en tales naciones se está disparando, lo que tendrá graves consecuencias para la salud de mucha gente y repercusiones negativas para la sociedad en general.

El equipo de Zachary Gerhart-Hines y Karen Nørgaard Nielsen, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, ha logrado ahora inhibir la capacidad del cuerpo para almacenar grasas, al menos en ratones. En sus experimentos, borraron genéticamente la enzima NAMPT en tejido graso de ratones, y esto volvió a los animales tremendamente resistentes a desarrollar obesidad y hasta a ganar algo de sobrepeso, incluso cuando eran alimentados con una dieta muy rica en grasas.

Los investigadores nutrieron a los ratones con una dieta que más o menos se corresponde con la de un humano que se alimentase habitualmente de hamburguesas y pizzas. A pesar de todo, para esos ratones resultó imposible ampliar su tejido graso.

El objetivo final de estos científicos es que, mediante un conocimiento lo bastante profundo de estos fundamentos del proceso que puede llevarnos a un almacenamiento excesivo de grasa en el cuerpo, sea posible desarrollar nuevas estrategias de tratamiento para problemas metabólicos como el encarnado en la obesidad.

De todos modos, está por ver si disminuir la NAMPT es una estrategia de tratamiento viable en humanos. Podría resultar demasiado peligrosa si no se logra impedir que la acompañen efectos secundarios potencialmente dañinos para otros tejidos del cuerpo.

NCYT