Los que creen en teorías de la conspiración tienen este rasgo en común

¿Qué cualidades de personalidad tienen en común los que creen que el aterrizaje en la Luna fue falso o que la Tierra es plana?

Los teóricos de la conspiración que creen que los aterrizajes de la Luna fueron falsificados, que el mundo está controlado por una pequeña camarilla siniestra o forman parte de la Flat Earth Society (Sociedad de la Tierra plana) quienes creen que la Tierra es plana, tienen rasgos de carácter similares, según han descubierto los científicos en un estudio publicado en la revistaJournal of Individual Differences.

Los investigadores encuestaron a 1.200 personas preguntándoles si creían en dos mitos urbanos específicos y también evaluaron sus personalidades.

Descubrieron que aquellos que tienden a creer en las teorías de conspiración -de cualquier índole- suelen ser más  desconfiados y excéntricos, con una tendencia a ver el mundo como algo intrínsecamente peligroso. Sospechan de todo. Y también necesitan sentirse especiales.

“Las personas que son reacias a creer en las teorías de conspiración tienden a tener las cualidades opuestas”, dijo Josh Hart, profesor asociado de psicología de Union College, Nueva York (EE. UU.), quien llevó a cabo el estudio.

“Los teóricos de la conspiración también son más propensos a detectar patrones significativos que podrían no existir. Por contra, las personas que no creen en estas teorías conspiranoicas, poseen las cualidades opuestas”, apunta de nuevo Hart.

Para el estudio, Hart y su equipo preguntaron si estaban de acuerdo con declaraciones conspiranoicas genéricas, tales como: “El poder que tienen los jefes de estado es secundario, pues son pequeños grupos desconocidos los que realmente controlan la política mundial” y “Los grupos de científicos manipulan, fabrican o suprimen evidencias para engañar al público “.

También se les invitó a mirar una pantalla de ordenador con triángulos que se movían al azar y se les pidió que dijeran si pensaban que había un patrón en el movimiento.

Descubrieron que las personas con un conjunto de rasgos resumidos en lo que conocemos como‘esquizotipia’ (trastorno de personalidad relacionado con la psicosis y, en particular, con la esquizofrenia), o creencias y temores inusuales, tenían más probabilidades de creer en dichas afirmaciones y sentir que los triángulos se movían en un patrón completamente deliberado.

También eran más propensos que los no creyentes a juzgar las declaraciones sin sentido como profundas. “En otras palabras, infirieron significado y motivo donde otros no”, agregó Hart.

“Si usted es el tipo de persona que mira el mundo y ve un paisaje caótico y malévolo lleno de injusticias y sufrimientos sin sentido, tal vez haya un mínimo de consuelo en la noción de que hay alguien, o un pequeño grupo de personas, responsables de todo. Si ‘algo está pasando’, entonces al menos hay algo que se podría hacer al respecto “, aclara Hart.

Sin embargo, el experto admite que a veces las teorías de la conspiración han demostrado ser correctas.

“Después del caso Watergate, el público estadounidense supo que la especulación aparentemente extravagante sobre las maquinaciones de actores poderosos a veces es acertada”, apuntó. “Y cuando una conspiración es real, las personas con una mentalidad conspiranoica pueden estar entre los primeros en captarlo, mientras que otros son engañados”.

“De cualquier manera, es importante darse cuenta de que cuando la realidad es ambigua, nuestras personalidades y sesgos cognitivos nos llevan a adoptar las creencias que tenemos. Este conocimiento puede ayudarnos a entender nuestras propias intuiciones”, concluye el investigador.

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