Los gatos lamen a sus dueños y otros animales para estrechar sus vínculos con ellos

La lengua de los gatos contiene cientos de espinas afiladas, huecas y orientadas hacia atrás que se llaman papilas. Conoce más sobre ello.

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Los gatos son populares por tener extraños comportamientos que nos encantan y/o nos intrigan. Maullidos, arrumacos, su pasión por las cajas de cartón… todo ello ha contribuido a que se ganen una fama de extravagantes. Tal vez alguna vez has recibido un lengüetazo de un gato, lo que te ha hecho preguntarte si tu mascota te ama o si esto tiene otro significado. ¿Por qué te lamen los gatos? ¿Por qué se lamen el pelaje? Indaguemos en ello.

Allogrooming, una muestra de afecto de los gatos hacia ti

Después de dar a luz, las gatitas suelen lamer a sus crías, un comportamiento que se mantiene durante días o semanas de transcurrido el parto. Esto se debe a que “los gatitos muy jóvenes son incapaces de orinar o defecar por sí mismos. La madre lamerá la región genital de sus gatitos para estimularlos a ir al baño“, afirma Kristyn Vitale, profesora asistente de salud y comportamiento animal en el Unity College de Maine.

Por último, la costumbre de los gatos de lamer a sus dueños, a otros gatos, o incluso a perros, se conoce como allogrooming. Lo hacen debido a que refuerzan su relación con los individuos o animales que los rodean en su vida diaria.

“El allogrooming se produce cuando el gato está relajado y en presencia de un compañero social preferido. El gato también puede iniciar el contacto social mediante el lamido porque busca la atención de la persona”, concluye Vitale.

¿Por qué los gatos se lamen el pelo tan seguido?

Si tienes gatos en casa seguro ya habrás visto que tu mascota se lame la mayoría del tiempo para acicalarse el pelo y mantenerlo limpio. Esto les ayuda a mantenerlo saludable.

La lengua de los gatos contiene cientos de espinas afiladas, huecas y orientadas hacia atrás. Estas espinas, llamadas papilas, están hechas de queratina, la misma sustancia de la que están hechos el pelo y las garras.

Cuando un gato se lame, las espinas se enganchan a las marañas de pelo, por lo tanto funciona como una especie de cepillo muy efectivo. Para tu gato, evitar el pelo enmarañado es vital, pues le puede causar molestias y hacer que su piel se irrite e inflame, lo que supone un riesgo de infección.

También pueden acicalarse “como un comportamiento para aliviar el estrés“, dice Kristyn Vitale, profesora asistente de salud y comportamiento animal en el Unity College de Maine.

“A veces esto puede convertirse en un exceso de acicalamiento, en el que el gato se lame tanto que le faltan trozos de pelo. Esto puede ser un signo de un problema de comportamiento o médico”.

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