Los astrónomos hallan un exoplaneta con una segunda atmósfera

Un grupo de astrónomos ha descubierto con ayuda del telescopio espacial Hubble evidencias de la actividad volcánica en un exoplaneta parecido a la Tierra.
El hidrógeno de su primera atmósfera fue absorbido por su manto magmático derretido, y ahora este se está liberando poco a poco y formando una nueva.

Representación del GJ1132B / Public Domain / NASA, ESA, y R. Hurt

La GJ 1132, o Gliese 1132, es una estrella enana roja aislada en la constelación austral de Vela, que se encuentra a unos 40 años luz del Sol. En el 2015 los investigadores descubrieron que orbita en ella el planeta GJ 1132b, 1,6 veces más grande que la Tierra. Realiza un giro completo en poco más de 36 horas y hace varios años la comunidad científica reveló que dispone de una atmósfera, aunque el planeta está muy cerca de su estrella y debería haberla perdido hace mucho tiempo.
Un equipo de investigadores estadounidenses y británicos encabezado por Mark Swain, del Laboratorio de Propulsión a Reacción —JPL, por sus siglas en inglés— de la NASA, ofreció una explicación a esta paradoja.
A raíz de los datos arrojados por el Hubble y la simulación por ordenador de la evolución del GJ 1132b, los autores llegaron a la conclusión de que el planeta había perdido su atmósfera de hidrógeno y helio inicial durante sus primeros 100 millones de años de vida, que su atmósfera actual era la segunda y que, aunque sigue desvaneciéndose en el espacio, se llena constantemente de la reserva de hidrógeno en el magma mantélico.
El elevado nivel de ácido cianhídrico —de hasta el 0,5%— en la atmósfera del GJ 1132b también delata su origen volcánico. Es rica en hidrógeno, en cianuro de hidrógeno, en metano y en amoníaco.
“Esta segunda atmósfera proviene tanto de la superficie como del interior del planeta. Así que sirve de ‘ventana’ a la geología de otro mundo”, afirma uno de los autores del artículo, Paul Rimmer, de la Universidad de Cambridge.
“Examinar [la ventana] debidamente requiere mucho trabajo, pero abrirla tiene mucha importancia”, enfatiza el experto.

Según los autores, el GJ 1132b nació como un minineptuno, a caballo entre los gigantes gaseosos y los planetas como la Tierra. Inicialmente poseía una capa gruesa de atmósfera de hidrógeno y de helio que, sin embargo, sucumbió rápidamente por la radiación intensa de una estrella caliente. Al final, el GJ 1132b se ha convertido en un gigante gaseoso como Neptuno con un tamaño parecido al de la Tierra.