Lista la primera mitad del ELT de ESO

El telescopio se encuentra en la cima del cerro Armazones, en el desierto de Atacama, donde ingenieros y constructores actualmente están montando la estructura de la cúpula del telescopio a un ritmo asombroso. La estructura de acero cambia de aspecto día a día, pero pronto adquirirá la forma típica de las cúpulas de los telescopios.

El Extremely Large Telescope (ELT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) es un telescopio terrestre revolucionario que tendrá un espejo primario de 39 metros de diámetro. El ELT de ESO será el mayor telescopio de luz visible e infrarroja, en otras palabras, el ojo más grande del mundo para mirar el cielo. El proyecto, de gran complejidad técnica, avanza a buen ritmo y ya se superó el hito del 50% de avance.

Los espejos del telescopio y otros componentes se están construyendo en Europa, donde los trabajos también avanzan a buen ritmo. El ELT de ESO tendrá un diseño óptico pionero que consta de cinco espejos. El principal, es un espejo gigante (M1) formado por 798 segmentos hexagonales. Más del 70% de los bloques en bruto y los soportes de los segmentos ya están fabricados. Por su parte, los espejos M2 y M3 ya se fundieron y se encuentran en proceso de pulido. Los avances del espejo M4, un espejo adaptativo y flexible que ajustará su forma mil veces por segundo para corregir las distorsiones causadas por la turbulencia atmosférica, son particularmente impresionantes: sus seis finos pétalos están totalmente terminados y se están integrando a su unidad estructural. Además, las seis fuentes láser, otro componente clave del sistema de óptica adaptativa del ELT, ya fueron producidas y entregadas a ESO para realizar pruebas.

El desarrollo o producción de todos los demás sistemas, incluidos el sistema de control y el equipo necesario para montar y poner en marcha el ELT, también avanzan a buen ritmo. Los cuatro primeros instrumentos científicos con los que contará el telescopio se encuentran en fase final de diseño y algunos están a punto de empezar a fabricarse. Asimismo, la mayor parte de la infraestructura de soporte del ELT ya está en el cerro Armazones o en sus proximidades. Por ejemplo, el edificio técnico que, entre otras cosas, se utilizará para el almacenamiento y revestimiento de los diferentes espejos, está totalmente construido y equipado, mientras que la planta fotovoltaica que suministrará energía renovable a las instalaciones del ELT empezó a funcionar el año pasado.

La construcción del ELT de ESO se inició hace nueve años con una ceremonia de tronadura. En 2014, la cima del cerro Armazones se aplanó para preparar el terreno para el enorme telescopio.

Sin embargo, se espera que la finalización del 50% restante del proyecto sea bastante más rápida que la construcción de la primera mitad, ya que esta última incluyó el largo y meticuloso proceso de concluir el diseño de la inmensa mayoría de los componentes que debían fabricarse. Además, algunos de los elementos, como los segmentos de los espejo y sus componentes de soporte y sensores, requerían la creación de prototipos detallados y pruebas importantes antes de su producción en masa. De hecho, la construcción se vio afectada por la pandemia de COVID-19, por lo que las obras estuvieron detenidas por varios meses y la producción de muchos de los componentes del telescopio se retrasó. Con la reanudación y optimización de los procesos de producción, se estima que sólo tomará cinco años finalizar la construcción del ELT. No obstante, la construcción de un telescopio tan grande y complejo como este no está exenta de riesgos, hasta que esté terminado y en funcionamiento.

Xavier Barcons, Director General de ESO, indicó: “El ELT es el telescopio terrestre óptico y de infrarrojo cercano más grande de la próxima generación de telescopios y el más avanzado en su construcción. Llegar al 50% de avance de la obra no es menor, dados los desafíos inherentes a los proyectos grandes y complejos como este, y sólo ha sido posible gracias al compromiso de todos en ESO, el apoyo continuo de los Estados Miembros, la participación de nuestros socios en la industria y los consorcios responsables de los instrumentos. Estoy muy orgulloso de este hito”.

El ELT de ESO, cuyas primeras observaciones se esperan para 2028, permitirá abordar preguntas como: ¿Estamos solos en el Universo? ¿Las leyes de la física son universales? ¿Cómo se formaron las primeras estrellas y galaxias? Cambiará radicalmente lo que sabemos sobre el Universo y nos replantearemos nuestro lugar en el cosmos.

ESO