Las pulseras inteligentes ya pueden medir tu nivel de oxígeno en sangre

Hace unos años solo llevaban una pulsera inteligente los runners o los que podían permitirse un capricho casi de lujo. Sin embargo, ahora basta con echar un vistazo para descubrir que más de una persona de nuestro alrededor lleva una. No solo son más asequibles, sino que ahora todos podemos sacarle bastante partido. El último avance ha sido incluir pulsioxímetros. ¿Qué aporta esto?

Normalmente, los pulsioxímetros han sido utilizados por los médicos para monitorizar los niveles de oxígeno en sangre. Se trata de un pequeño aparato, que se coloca en el dedo, y así informa sobre cuánta sangre oxigenada están llevando los pulmones al resto del cuerpo.

Los creadores de pulseras inteligentes se dieron cuenta de que este dato podía ser de mucha utilidad para personas que se preocupan por su condición física. De este modo, pulsioxímetros se empezaron a incorporar a los relojes.

En un principio, era necesario poner el dedo en el sensor de la pulsera para hacer la medición. Sin embargo, los nuevos modelos la hacen desde la propia muñeca, al igual que se mide el ritmo cardiaco, por ejemplo.

Principalmente, los sensores nos informan sobre nuestra saturación de oxígeno en sangre

La altitud puede afectar a los niveles de saturación, pero en personas sanas el dato debe estar entre el 95% y el 100%. Si el índice se sitúa por debajo de este número es que algo no funciona bien.

El dato que facilitan los pulsioxímetros pueden ser de gran utilidad para aquellos que sufren algún tipo de problema respiratorio, como asma, por ejemplo. Ser consciente del porcentaje objetivo de nivel de oxígeno en sangre les ayuda a tener un mejor control.

Asimismo, otros grandes beneficiados de esta tecnología son los deportistas que practican actividades de altura, como la escalada. En este tipo de deporte los cambios de altitud suelen ser muy bruscos, y llevar un control del oxígeno en sangre es fundamental. Ya que, en caso de que baje, pueden tomar medidas al respecto.

A pesar de que la mecánica de estos aparatos está cada vez más avanzada, siempre cabe la posibilidad de que haya un margen de error. Por ello, si tienes la necesidad de contar con un pulsioxímetro por razones médicas, lo mejor es que te hagas con uno tradicional hasta que la fiabilidad sea la misma.

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