Para el año 2050, el 70% de la población de la Tierra vivirá en ciudades, según los pronósticos científicos. El geofísico Tom Parsons de la agencia United States Geological Survey (USGS) ha calculado el peso de la región metropolitana de San Francisco y estudiado los cambios en la tierra sólida que se encuentra bajo ella utilizando técnicas de modelización numérica. La investigación se ha publicado en AGU Advances.
Resulta que el hundimiento bajo este peso no es insignificante y que se suma a otras causas de hundimiento urbano, como el bombeo de aguas subterráneas. Así, la ciudad estadounidense de San Francisco construida en la costa del océano pudo haberse hundido hasta 80 milímetros a medida que crecía con el tiempo, de acuerdo a los cálculos del geofísico.
“A medida que la población mundial se desplaza de forma desproporcionada hacia las costas, este hundimiento adicional en combinación con el aumento previsto del nivel del mar puede exacerbar el riesgo asociado a inundaciones”, escribe Parsons en su artículo.
Según Parsons, todos los edificios de la ciudad y su contenido pesan unos 1,6 billones de kilogramos, o sea, unos 8,7 millones de Boeing 747. Eso sin contar las infraestructuras de transporte, los vehículos ni las personas.
El mismo tipo de hundimiento es probable que ocurra en otras partes del mundo, aunque depende en parte de la geología local. Podría ser suficiente para doblar la litosfera sobre la que se asienta el centro urbano e incluso para cambiar los niveles relativos de los bloques de falla, los trozos de roca que forman la superficie de la Tierra.
“Los resultados específicos encontrados para la zona de la bahía de San Francisco son probablemente aplicables a cualquier centro urbano importante, aunque con distinta importancia”, explica Parsons.
Quedan muchos detalles para profundizar en la investigación, sobre todo para las ciudades que ya están amenazadas por el hundimiento.
“Debería ser posible mejorar los métodos presentados aquí utilizando fotos satelitales o aéreas para hacer análisis más detallados en probables zonas de inundación”, resume Parsons.