Las células se aíslan cuando envejecemos
November 22, 2019 Bienestar , NoticiasDejan de compartir recursos y desencadenan enfermedades.
Las células pierden su capacidad de compartir recursos a medida que envejecemos y propician así la aparición de enfermedades como la osteoporosis, artritis, cardiopatías y cánceres. El descubrimiento impulsará nuevos tratamientos médicos.
El autor principal de esta investigación, Minghao Zheng, señala en un comunicado que las células del cuerpo tienen tareas individuales que generalmente comparten trabajando juntas como un equipo, y comparten recursos para reparar daños y mantener un funcionamiento corporal saludable.
“Sin embargo, a medida que las personas envejecen, sus células se deterioran y pierden su capacidad de compartir recursos”, explica Zheng.
“Eso provoca que la salud del cuerpo disminuya, con algunas células incapaces de realizar sus tareas habituales, lo que puede conducir a la aparición de enfermedades”.
Mitocondrias críticas
Zheng dijo también que las mitocondrias, las potencias de las células, desempeñan un papel crítico al determinar cómo se comparten los recursos entre las células.
Las mitocondrias son orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular (respiración celular).
“Se han realizado muchos estudios sobre las mitocondrias, pero lo que los hace compartir recursos sigue sin estar claro”, señala Zheng.
Los investigadores descubrieron que la relación entre las mitocondrias en las células óseas (osteocitos) y la red dendrítica que conecta las células, determina qué hace que las células compartan o no compartan recursos.
Es decir, cuando las mitocondrias encargadas de suministrar energía al tejido óseo, que se renueva y se reabsorbe continuamente, altera su funcionamiento, las células óseas dejan de cooperar entre sí y se propicia la aparición de enfermedades.
Las enfermedades que surgen de esta alteración no afectan solo al tejido óseo, provocando por ejemplo osteoporosis (disminución de la densidad de masa ósea) o a las articulaciones (artritis), sino también al sistema cardiovascular e incluso a la aparición de distintos tipos de cáncer.
“Las complejidades de cómo funciona la relación entre las mitocondrias y la red dendrítica es compleja y es algo que seguimos investigando”, según Zheng.
“Los hallazgos son importantes y podrían ayudar al desarrollo de mejores tratamientos médicos y beneficios para la salud en el futuro”, añade.
En esta investigación, cuyos resultados publica la revista Science Advances, participaron también científicos del Perron Institute for Neurological and Translational Science de Austratia, así como otros colegas de China, Estados Unidos y Japón.