Las 12 fotos ganadoras del Concurso de Fotografía National Geographic
September 29, 2021 El Mundo , Noticias12 fotografías destacaron entre más de 10.000 postulaciones al prestigioso Concurso de Fotografía National Geographic 2018. Conoce la toma aérea que ganó el premio mayor y las increíbles historias detrás del resto de los galardonados…
Más de 10.000 fotografías presentadas y solo 10 premios. Así de ardua fue la labor de los jueces para seleccionar las imágenes ganadoras del Concurso de Fotografía National Geographic 2018.
La creatividad, calidad fotográfica y composición fueron los tres criterios fundamentales que aplicó el jurado para elegir a los ganadores de cada una de las tres categorías del concurso: Fauna Salvaje, Lugares y Gente.
El ganador del gran premio recibió $5.000 (4.400€). Los premios individuales de categoría se dividen de la siguiente forma:
1er puesto = $2.500 (1.760€).
2º puesto = $1.500 (1.320€).
3er puesto = $750 (660€).
Gran premio del 2018 National Geographic Photo Contest
El primer premio fue para el violinista de concierto (y piloto) Janssen Todorov con una toma aérea de un lote de vehículos apartados del mercado y que, además, lideró la categoría “Lugares”.
Bajo el título “Unreal” (Irreal), la fotografía muestra a miles de coches que no superaron las pruebas de emisiones y fueron relegados a un estacionamiento en el desierto de Mojave, al sur de California.
Categoría Fauna Salvaje
1er puesto
Una escena de misticismo y encanto fue capturada por Pim Volkers en el momento en que un gran rebaño de ñus se dispuso cruzar el río Mara en Tanzania.
Los rayos de sol al amanecer atravesaban una espesa nube de polvo causada por el salto del ganado hacia el agua, donde los primeros chapotean intentando nadar.
En medio del caos, dos ejemplares se impulsan al vuelo hacia la supervivencia.
2o puesto
El contraste del espeso pelambre negro y el paisaje ártico ofrece un relato de supervivencia de los bueyes almizcleros que habitan las nevadas laderas de Qaanaaq en Groenlandia.
Jonas Beyer observaba de cerca los retozos de una manada cuando vio un ejemplar abrirse paso entre la nieve profunda, imagen que inmortalizó.
3er puesto
La emoción abrumó a Alison Langevad una noche en Sudáfrica. Esperaba pacientemente con su cámara en el abrevadero de la Reserva de Caza cuando de la oscuridad aparecieron dos rinocerontes blancos.
Por instinto se dieron la espalda para vigilar el entorno antes de saciar la sed, momento en el que sus imponentes figuras se reflejaban en el espejo de agua.
Los pudo reconocer, eran los mismos que había fotografiado unos meses atrás, pero esta vez no tenían sus cuernos. Habían sido mutilados por los grupos de reserva forestal para evitar que los cazadores furtivos los asesinaran para comerciar su cornamenta.
Premio del público
De visita al Serengeti Yaron Schimd y compañía avistaron a una manada de leones durmiendo. Decidieron acercarse cuando, para su sorpresa, descubrieron a unos cuantos cachorros de león.
De repente, tres de los cachorros empezaron a jugar y a mordisquear la cola de su madre, momento que fue capturado por su cámara.
Esta fotografía ha sido galardonada con el premio del público en la categoría Vida Salvaje.
Categoría Lugares
1er puesto
Piloto desde al año 2000 el instructor de vuelo, Todorov ilustra sus aventuras por los aires con su cámara.
En esta ocasión sobrevoló con su pequeño Piper Warrior del 76 los alrededores del aeropuerto Victorville para captar la imagen, ganadora también del gran premio del concurso.
2o puesto
Fue la última jornada de persecución del tornado Alley y que un grupo de investigadores siguió durante 10 días, llegando a presenciar 16 tornados.
Esta vez se trató de una tormenta supercelda que azotó el sur de Amarillo en Texas. Allí, el fotógrafo Nicholas Moir logró captar la carcasa oxidada de un Ford Thunderbird arropada por la polvareda roja impulsada por vientos de más de 90 kilómetros por hora.
3er puesto
Un escenario de completa destrucción atrapó la atención de Christian Werner durante un viaje a Siria para documentar la situación bélica.
Era difícil hacer una toma a nivel de calle que captara una visión general, por lo que debió escalar entre explosivos detonados hasta la azotea de una casa en ruinas para fotografiar una panorámica del área. La imagen contrasta con la quietud que reinaba aquella tarde por las calles del distrito de Khalidiya.
Mención de honor
La exuberante belleza natural del congelado estanque azul en Biei-cho de Japón, atrae a muchos turistas, pero una nevada nocturna fue el momento propicio para que Rucca y Ito retratara el caer de la nevisca como si posara para él.
Combinó pericia técnica con su visión artística para congelar los copos de nieve al vuelo, logrando «expresar cómo se crea el tiempo en un solo momento».
Premio del público
Las calles de Antigua, en Guatemala, acoge cada año el conocido Día de los muertos.
Buck Holzemer captó el momento en que el humo del incienso de los botafumeiros se apodera del lugar creando un ambiente solemne y un tanto tenebroso.
Esta fotografía ha sido galardonada con el premio del público en la categoría Lugares.
Categoría Gente
1er puesto
Mia Collis parece captar la emoción y el carácter de David, un fotógrafo que había trabajado durante 37 años en Weekend Studio, el cual estaba a punto de cerrar sus puertas como consecuencia de la digitalización móvil.
Llegó al lugar ubicado en Kibera, una ciudad de Nairobi en Kenia intentando retratar los vestidos dominicales de los lugareños. Además de una gran fotografía, salió con una historia.
2o puesto
Una cotidiana situación hogareña se ganó su puesto para la posteridad. Todd Kennedy retrató a su hija jugando en una bañera inflable en forma de patito sobre el fregadero de un pequeño motel en el municipio rural de Nyngan en Australia.
La graciosa y tierna imagen resultó de un viaje familiar en auto en una época marcada por el calor.
3er puesto
Un momento de amor y unión entre un padre y su bebé recién nacido atrapó la atención de Avishek Das, quien retrató el momento en que el hombre besó a su hijo como parte del festival hindú Charak Puja celebrado en Bengala Occidental en la India.
La ceremonia religiosa representa un sacrificio de dolor para salvar a los niños de la ansiedad.