La vida pudo surgir en la Tierra mucho antes de lo que pensábamos
April 17, 2022 El Mundo , NoticiasRecientemente un grupo de investigadores publicó en Science Advances un reporte que revela los fósiles más antiguos encontrados en el cinturón de rocas verdes de Nuvvuagittuq en Quebec, Canadá que evidencia una huella de vida primitiva que podría indicar que la primera aparación de vida en nuestro planeta se dio 300 millones de años antes de lo que se contemplaba.
Se estima que los fósiles tienen una edad de 3750 millones de años (Ma) y, describen los autores, que incluso se cree que pueden ser de hasta 4280 Ma. Su origen se discutió ampliamente en el reporte debido a que su hallazgo, hace algún tiempo atrás, trajo un debate entre los científicos sobre si correspondían a fósiles indicativos de vida primitiva o a microestructuras formadas por condiciones abióticas.
La hipótesis que defendía un origen biótico apuntaba al hecho de que posibles microorganismos antiguos en una atmosfera primitiva, carente de oxígeno, que oxidaban el hierro como parte de su metabolismo, podrían explicar la deposición de las formaciones de hierro en bandas de carbonato encontradas en los fósiles (véase imagen de cabecera), pero ¿Cómo es esto posible?
Si pensabas que los fósiles solo hacen alusión al hallazgo de restos de huesos o estructuras correspondientes a animales que alguna vez habitaron nuestro planeta Tierra, te quedarás un poco corto en el conocimiento de cómo la vida y su evolución ha dejado diferentes tipos de rastros. En este caso, los microorganismos, específicamente lo que hoy conocemos como bacterias, son capaces de dejar su propia huella de maneras muy peculiares.
Aunque, debido a sus tamaños microscópicos y estructura, no es posible encontrar algo similar a los restos óseos conservados de dinosaurios, los microrganismos dejan una marca diferente. El mejor ejemplo lo encontramos en los estromatolitos que son fósiles de comunidades microbianas que se alojaron hace mucho tiempo en rocas de mares cálidos y aguas profundas. Su formación se debe a que el ciclo de vida de las colonias bacterianas se daba a la par de la formación de la roca; a grandes rasgos, la formación de capa sobre capa de la roca y la muerte y nueva constitución de las colonias en cada capa generaba que se depositaran diferentes sedimentos con un patrón de capas superpuestas apiladas.
De esta manera, hay evidencia de que la vida microbiana primitiva deja su huella sobre los lugares y estructuras que alguna vez habitaron. En este sentido los investigadores hicieron un análisis robusto de una muestra del posible fósil más antiguo que consistió en su evaluación y comparación de morfología y composición que dieran pistas contundentes del origen biótico de los depósitos de hierro encontrados ya que se sabe que algunos factores abióticos pueden generar patrones similares a los encontrados.
Así que, en primera instancia, se dispusieron a realizar comparaciones con patrones generados mediante reacciones abióticas que involucran elementos como hierro, azufre, cobalto, manganeso, entre otros. Sin embargo, se determinó en repetidas ocasiones que los filamentos entre estos y los encontrados, aunque parecidos, no correspondían a las estructuras filamentosas, pequeñas (aproximadamente de un centímetro) con morfologías ondulada o enrolladas con distribución de ramificación de pectinado (en forma de peine) y alineados en paralelo que contenían óxidos de hierro.
En contraste el patrón correspondía más fielmente a morfologías fósiles conocidas y que se ha interpretado que son de origen microbiano. Además de esto, especifican que los hallazgos de carbonato-apatita y carbonato grafítico encontrado en los filamentos se asocia a concentraciones elevadas de carbono, fósforo y azufre dentro de filamentos como huella de origen microbiano.
Con las características encontradas, que se detallan ampliamente en el artículo, los autores determinaron una posibilidad mayor de que estos fósiles encontrados correspondan a un origen microbiano de la vida primitiva, aunque no descartan totalmente la posibilidad de un origen abiótico con patrones aún desconocidos para los científicos.
La balanza dispuesta en mayor grado para una huella microbiana pone en manifiesto para los autores del reporte aque esto ayudará a comprender la rápida evolución de la vida temprana en la tierra que, a su vez, podría contribuir a la búsqueda de vida extraterrestre al indicar que estos posibles ecosistemas microbianos podrían existir en otras superficies planetarias dado que el descubrimiento implica que no se necesita tanto tiempo para que la vida evolucione en un planeta primitivo.
El reporte completo lo encuentras en Science Advances