La tierra que se trajo una persona que estaba de vacaciones en Noruega y facilitó los trasplantes de corazón

Los trasplantes de corazón fueron siempre problemáticos debido fundamentalmente a la ausencia de un fármaco inmunosupresor totalmente fiable para afrontar el problema del rechazo.

Todo cambió a mediados del siglo XX, cuando un hombre recogió unas muestras de tierra durante sus vacaciones en Noruega, lo que permitiría en lo sucesivo alcanzar unas tasas de éxito del 80 %.

Superando la azatioprina

Hasta 1969, se usaba la azatioprina en los traspalantes de corazón, que funcionaba, pero no tantas veces como sería deseable. Pero fue ese año cuando un empleado de la farmacéutica suiza Sandoz llamado H. P. Frey que estaba de vacaciones en noruega recogió muestras de suelo y las transportó a los laboratorio de la empresa.

No fue un capricho de Frey, pues Sandoz ya había comunicado a sus empleados que trajeran muestras de tierra durante sus viajes a fin de encontrar algún antibiótico interesante. Tal y como lo explica Bill Bryson en su libro El cuerpo humano:

La muestra de Frey contenía un hongo, Tolupocladium inftatum, que no tenía propiedades antibióticas útiles, pero demostró ser un excelente supresor de la respuesta inmune, justamente lo que necesitaba para posibilitar los trasplantes de órganos. Sandoz convirtió la bolsita de tierra de Frey, y una muestra similar que posteriormente se encontró en Wisconsin, en un fármaco que sería un auténtico éxito de ventas y que recibiría el nombre de ciclosporina.

Además de la medicina de trasplantes, la ciclosporina se usa también en la psoriasis y dermatitis atópica e infrecuentemente en la artritis reumatoide y enfermedades relacionadas, aunque sólo en los casos más severos. Ha sido investigada para el uso en muchos otras enfermedades autoinmunes. La ciclosporina también ha sido usada como coadyuvante en el tratamiento de la colitis ulcerosa que no responden al tratamiento esteroidal.

Actualmente, ya se realizan entre 4.000 y 5.000 trasplantes de corazón en todo el mundo, con un tiempo medio de supervivencia de 15 años. Los pronósticos de esperanza de vida para los pacientes de trasplantes de corazón se ha incrementado muy positivamente durante los últimos 20 años, y a datos de agosto de 2006, el ritmo de supervivientes son lo que siguen:

  • 1 año: 86,1 % (hombres), 83,9 % (mujeres)
  • 3 años: 78,3 % (hombres), 74,9 % (mujeres)
  • 5 años: 71,2 % (hombres), 66,9 % (mujeres)
Xataka