La alta sensibilidad gustativa, que se expresa en la alta densidad de papilas en forma de hongo de la lengua, se asocia con las opiniones políticas conservadoras de un individuo, según un nuevo estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology.

Se sabe que los liberales y los conservadores tienen diferentes partes del genoma asociadas al gusto y al olfato. Esto sugiere que las diferencias individuales en el procesamiento sensorial pueden desempeñar un papel en la formación de la ideología política.

Benjamin C. Ruisch y su equipo de la Universidad de Cornell realizaron cuatro estudios para comprobar si las diferencias fisiológicas en la sensibilidad sensorial gustativa estaban relacionadas con las diferencias en las opiniones políticas.

En el primer estudio, los científicos probaron inicialmente la relación entre la sensibilidad del gusto y el conservadurismo político.

Para ello, los científicos evaluaron el nivel de sensibilidad gustativa de los participantes utilizando un indicador de sensibilidad gustativa: tiras de sabor que contienen el compuesto químico 6-propiltiouracilo (PROP). Dependiendo del nivel de sensibilidad gustativa determinado genéticamente, puede ser extremadamente amargo, completamente insípido o algo en el medio.

A los 320 participantes se les pidió que evaluaran el amargor en dos escalas. En la primera escala, se pidió a los participantes que evaluaran su gusto comparándolo con sus sensaciones auditivas, mientras que en la segunda escala, se pidió a los participantes que evaluaran su gusto con de una manera más general. De este modo, se identificaron con precisión las diferencias de sensibilidad gustativa entre las personas. También se pidió a los participantes que identificaran su orientación política general y evaluaran su liberalismo o conservadurismo.

Como predijeron los científicos, los participantes que reportaron mayor amargura en la tira de prueba fueron más conservadores tanto en la política como en el conservadurismo sociocultural.

En el segundo experimento con otro estimulante del gusto, la mayor sensibilidad gustativa se asoció con un mayor conservadurismo político y sociocultural general.

En el tercer estudio, los científicos trataron de probar si la sensibilidad gustativa estaba relacionada con la posición de los individuos en cuestiones políticas específicas, o si esta asociación era solo para una autoidentificación ideológica general.

Pidieron a los participantes que expresaran sus opiniones sobre 12 cuestiones sociales tales como el aborto, la seguridad social y la restricción de la inmigración.

En una muestra más demográfica e ideológicamente diversa de 406 personas, contrariamente a las predicciones de los científicos, el vínculo entre la alta sensibilidad al gusto y las opiniones conservadoras fue más débil para las cuestiones relacionadas con la sexualidad tradicional y más fuerte para otras cuestiones políticas, por ejemplo, inmigración, posesión de armas y beneficios sociales.

Asimismo, los científicos evaluaron la sensibilidad gustativa utilizando una medida más objetiva, es decir la densidad de las papilas en forma de hongos en las lenguas de los participantes. Estas papilas contienen la mayoría de los receptores gustativos de la lengua. Su mayor densidad indica una mayor densidad de los receptores gustativos y una mayor sensibilidad gustativa.

En los 484 participantes, la densidad de las papilas de los hongos se evaluó con colorante alimentario azul y una fotografía de alta resolución. Como los científicos asumieron, la alta densidad de papilas en forma de hongos predijo un mayor conservadurismo político y sociocultural.

El estudio sugiere que las diferencias individuales en la sensibilidad del gusto pueden servir como una propensión biológica que predispone a la gente a aceptar una ideología política por encima de otra.

Sputnik