La prueba que dice si mientes solo con mirarte a los ojos

Científicos de la Universidad de Sturling han desarrollado un programa que detecta un patrón ocular que revela cuando los sujetos no dicen la verdad.

El sistema ConFace se ha creado para reconocimientos policiales / Archivo

Los ojos nunca mienten. Al menos de eso están seguros los investigadores de la Universidad de Stirling (Escocia), quienes han creado una prueba que dice a ciencia cierta si la persona está mientiendo o no solo con monitorizar los movimientos oculares. Concretamente, los expertos probaron su equipo en personas que miraban a un grupo de gente entre los que había conocidos y desconocidos. Los sujetos del experimento intentaron mentir y ocultar a las personas que conocían, pero la máquina detectó el engaño.

El proyecto ha sido bautizado como ConFace y basa su funcionamiento en el análisis de los movimientos oculares mientras el «mentiroso» mira una pantalla de ordenador. Ha sido publicado en la revista «Cognitive Research: Principles and Implications».

Dirigido por Aisla Millen, investigadora en psicología ConFace puede ser muy útil en las ruedas de reconocimiento, sobre todo en casos en los que el testigo puede estar encubriendo a un posible culpable. «Los agentes usan habitualmente fotografías de rostros para establecer identidades clave en crímenes. Algunos testigos son honestos, pero muchos son hostiles y ocultan a propósito su conocimiento de identidades», afirma Millen. «Por ejemplo, las redes criminales, como los grupos terroristas, podrían negar lo que saben para protegerse mutuamente, o una víctima podría tener demasiado miedo de identificar a su atacante».

En concreto, los investigadores emplearon un proceso conocido como «prueba de información oculta» (CIT por sus siglas en inglés), que realiza un seguimiento de los movimientos oculares. En cada prueba, los participantes negaron conocer una identidad que les era familiar y rechazaron correctamente caras desconocidas presionando un botón y diciendo «no». La mayoría no pudieron ocultar su reacción si reconocían una cara. Además, se determiní que cuantas más personas trataban de ocultar, más «marcadores de reconocimiento» se producían.

«En lugar de buscar signos de mentira directa, buscamos marcadores de reconocimiento en los patrones de fijación de los ojos. Por ejemplo, la forma en que los individuos miraron una fotografía de alguien a quien reconocieron en comparación con alguien a quien no», afirma Millen. «Cuanto más intentaban los individuos ocultarlo, más marcadores de reconocimiento existían. Estos resultados sugieren que es difícil ocultar varios marcadores de reconocimiento a la vez».

No se trata de un sistema nuevo, ya que el CIT se utiliza en Japón. De hecho, se ha contactado con los principales expertos nipones en la materia para crear el ConFace. Sin embargo, aún se ha estudiado poco sobre su uso y éxito en el reconocimiento de caras.

ABC