La policía usa datos guardados por Google para resolver delitos
May 1, 2019 El Mundo , NoticiasIdentifica a los móviles y usuarios que han estado en escenarios de crímenes.
Google facilita a la policía información sobre localización de teléfonos móviles y correos electrónicos de sus usuarios para ayudar a resolver delitos. La obtiene de los datos del historial de ubicaciones que almacena desde 2009. Polémica.
A través de una de sus herramientas, llamada Sensorvault, Google viene almacenando datos desde 2009 sobre la localización de usuarios de cientos de millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo.
Aunque Google no tiene acceso a la localización de todos los teléfonos inteligentes, la mayoría de los usuarios ha cedido el uso de sus datos al agregar la función de historial de ubicaciones incorporada a la gestión de usuarios.
Este historial resulta útil para multitud de aplicaciones. Por ejemplo, para añadir un comentario sobre una tienda o restaurante que hemos visitado o para recibir alertas sobre el estado del tráfico en nuestro entorno.
Según el citado periódico, la policía puede obtener información de todos los dispositivos que se encuentran cerca de un lugar determinado, en particular escenas de crímenes, y proceder con mayor rapidez a la solución del caso.
Se están realizando hasta 180 consultas por semana, la mayoría de las veces sin que los usuarios sepan que sus desplazamientos y correos electrónicos están expuestos.
Relata el caso de un ciudadano norteamericano llamado Jorge Molina que fue detenido durante una semana en diciembre pasado porque, según esta herramienta de Google a la que tuvo acceso la policía, su teléfono estuvo cerca de la escena de un crimen. Luego fue liberado porque no tenía ninguna relación con el caso.
Sistema: sitio y lugar
Esta colaboración entre Google y la policía funciona de la siguiente forma: los inspectores proporcionan a Google un área geográfica y un periodo de tiempo y el gigante norteamericano le da la lista de los teléfonos que han estado presentes en ese momento en ese espacio.
A continuación la policía trabaja con esa información y reduce su campo de búsqueda a unos pocos teléfonos. Google le facilita entonces los nombres y direcciones de correo electrónico de sus propietarios, que inmediatamente pasan a estar bajo la lupa de la policía.
Como consecuencia de esta colaboración, un titular de un teléfono móvil vio publicado su nombre en la prensa en relación con robo, sin tampoco tener relación alguna con el caso. Un taxista también vio sus datos en la prensa por el mero hecho de haber pasado en uno de sus trayectos delante del escenario de un delito.
Para el diario norteamericano, está claro que esta colaboración, si bien puede resolver crímenes y otros delitos, al mismo tiempo puede también dañar a ciudadanos inocentes.
Además, presenta dudas legales, porque según la legislación norteamericana, una orden judicial para acceder a estos datos debe tener un alcance limitado y ofrecer motivos probables y suficientes para violar la privacidad, algo que es fácil de transgredir cuando se abarca un área geográfica amplia y un largo periodo de tiempo.
De hecho, ante la aparición de estas informaciones, el Congreso de Estados Unidos ha enviado una carta a Google para que explique la información del Times. Y especifica: “La información publicada señala que Google almacena información sobre la ubicación de un gran volumen de consumidores, información que se remonta a 2009. Cuando se tienen en cuenta estas capacidades, las ramificaciones potenciales para la privacidad del consumidor son de gran alcance y preocupantes”.
Y plantea que necesita “conocer los fines para los que Google mantiene la base de datos de Sensorvault y hasta qué punto Google comparte con terceros información sobre la ubicación de usuarios, contenida en esta base de datos”.
No es la primera vez que suena la alarma por los comportamientos de Google. Google ha dejado de ser el gigante modélico de Internet para convertirse en una empresa que permite al FBI y la NSA espiar los correos electrónicos de Gmail, que elude impuestos y que manipula los resultados de búsqueda en función de sus intereses.