La NASA toca con éxito el asteroide Bennu en una misión «histórica»

La agencia espacial confirma el contacto durante la retransmisión en directo de las evoluciones de la sonda.

La sonda OSIRIS-REx de la NASA extendió esta madrugada su brazo robótico y tocó durante apenas durante unos segundos el asteroide Bennu, como estaba previsto, para recoger una muestra de su superficie que será devuelta a la Tierra en 2023.  Sin embargo, aún habrá que esperar algunos días para confirmar que la recogida ha tenido éxito, cuando los investigadores puedan analizar los millares de datos e imágenes que ha comenzado a enviar la nave.

«Contacto confirmado… Toma de muestras terminada», anunciaba la agencia espacial durante una retransmisión en directo de las evoluciones de la sonda. En la sala de control estallaba una ovación de todo el equipo. Dante Lauretta, jefe de la misión, aseguraba: «Todo ha ido perfectamente. Hoy hemos escrito una nueva página en la Historia».

La misión OSIRIS-REx comenzó hace cuatro años y desde 2018 orbitaba alrededor del Bennu, un antiguo asteroide bien conservado, que actualmente se encuentra a más de 321 millones de kilómetros de la Tierra. Bennu ofrece a los científicos una ventana al sistema solar primitivo, ya que se formó hace miles de millones de años y puede contener los ingredientes que podrían haber ayudado a sembrar la vida en la Tierra. Si el evento de recolección de muestras, conocido como «Touch-And-Go» (TAG), logró atrapar suficiente polvo y guijarros (al menos 60 gramos y hasta 2 kilos), la nave comenzará su viaje de regreso a la Tierra en marzo de 2021. De lo contrario, se preparará para otro intento en enero.

Descenso de cuatro horas

A las 7.50 hora peninsular española, OSIRIS-REx encendió sus propulsores para salir de la órbita alrededor de Bennu. Extendió su brazo de muestreo de 3,35 metros, conocido como Mecanismo de adquisición de muestras Touch-and-Go (TAGSAM), y descendió 805 metros hacia la superficie. Después de un descenso de cuatro horas, a una altitud de aproximadamente 125 metros, la nave ejecutó el encendido «Checkpoint», la primera de dos maniobras para permitirle apuntar con precisión al sitio de recolección de muestras, en un cráter conocido como Nightingale.

Diez minutos más tarde, la nave espacial encendió sus propulsores para el segundo encendido «Matchpoint» para ralentizar su descenso y coincidir con la rotación del asteroide en el momento del contacto. Luego continuó 11 minutos más allá de una roca del tamaño de un edificio de dos pisos, apodada «Mount Doom», para aterrizar en un lugar despejado en un cráter en el hemisferio norte de Bennu. Del tamaño de un pequeño aparcamiento para coches, el lugar escogido en Nightingale es uno de los pocos relativamente despejados en el asteroide.

«Hazaña increíble»

«Ha sido una hazaña increíble. Hoy hemos avanzado tanto en la ciencia como en la ingeniería para futuras misiones que estudien a estos misteriosos narradores antiguos del sistema solar», ha dicho Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington. «Un pedazo de roca primordial que ha sido testigo de toda la historia de nuestro sistema solar puede estar ahora listo para volver a casa para generaciones de descubrimientos científicos, y no podemos esperar a ver qué viene después», ha subrayado.

En la misma línea, Jim Bridenstine, administrador de la NASA, no disimulaba su orgullo tras la hazaña de OSIRIS-REx, hablando de cómo su equipo ha superado «desafíos increíbles» para «tener en nuestras manos una pieza del sistema solar más antiguo».

Pero como dice Dante Lauretta, investigador principal de la misión en la Universidad de Arizona, «aún queda mucho trabajo por delante para determinar la masa recolectada». Todos los datos de telemetría de la nave espacial indican que la maniobra TAG se ejecutó como se esperaba. Sin embargo, el equipo de OSIRIS-REx tardará aproximadamente una semana en confirmar cuánta muestra recolectó la nave espacial.

Una «barra de chocolate»

Los datos en tiempo real indican que el TAGSAM contactó con éxito la superficie y disparó una ráfaga de gas nitrógeno. El gas debería haber levantado polvo y guijarros en la superficie de Bennu, algunos de los cuales deberían haber sido capturados en el cabezal de recolección del brazo. Los ingenieros de OSIRIS-REx también confirmaron que poco después de que la nave espacial hiciera contacto con la superficie, encendió sus propulsores y se alejó de Bennu de manera segura.

«La maniobra TAG de hoy fue histórica», ha dicho Lori Glaze, directora de la División de Ciencias Planetarias en la Sede de la NASA en Washington. «Es difícil expresar con palabras lo emocionante que fue recibir la confirmación de que la nave espacial tocó con éxito la superficie y disparó una de las botellas de gas», ha añadido Michael Moreau, subdirector del proyecto OSIRIS-REx en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

La nave espacial llevó a cabo TAG de forma autónoma, con instrucciones preprogramadas de ingenieros en la Tierra. Ahora, el equipo OSIRIS-REx comenzará a evaluar si la nave espacial obtuvo algún material y, de ser así, cuánto; el objetivo es al menos 60 gramos, lo que equivale aproximadamente a una barra de chocolate de tamaño completo.

 

Sample collection rehersal image
Captured on Aug. 11, 2020 during the second rehearsal of the OSIRIS-REx mission’s sample collection event, this series of images shows the SamCam imager’s field of view as the NASA spacecraft approaches asteroid Bennu’s surface. The rehearsal brought the spacecraft through the first three maneuvers of the sampling sequence to a point approximately 131 feet (40 meters) above the surface, after which the spacecraft performed a back-away burn.
Credits: NASA/Goddard/University of Arizona

Medir la muestra

Los ingenieros y científicos de OSIRIS-REx utilizarán varias técnicas para identificar y medir la muestra de forma remota. Primero, compararán imágenes del sitio Nightingale antes y después de TAG para ver cuánto material de la superficie se movió en respuesta a la explosión de gas. «Si TAG causó una alteración significativa en la superficie, probablemente recolectamos mucho material», ha señalado Moreau.

A continuación, el equipo intentará determinar la cantidad de muestra recolectada. Un método implica tomar fotografías del cabezal TAGSAM con una cámara conocida como SamCam , que se dedica a documentar el proceso de recolección de muestras y determinar si el polvo y las rocas llegaron al cabezal colector. Una indicación indirecta será la cantidad de polvo que se encuentra alrededor del cabezal del recolector de muestras. Los ingenieros de OSIRIS-REx también intentarán tomar fotografías que, dadas las condiciones de iluminación adecuadas, podrían mostrar el interior de la cabeza para que los ingenieros puedan buscar evidencia de muestra dentro de ella.

Un par de días después de que se analicen las imágenes de SamCam, la nave espacial intentará otro método para medir la masa de la muestra recolectada determinando el cambio en el «momento de inercia» de la nave espacial, lo que describe cómo se distribuye la masa y cómo afecta la rotación del cuerpo alrededor de un eje central. Esta maniobra implica extender el brazo TAGSAM hacia el costado de la nave espacial y hacer girar lentamente la nave alrededor de un eje perpendicular al brazo. Esta técnica es análoga a una persona que gira con un brazo extendido mientras sostiene una cuerda con una pelota unida al extremo. La persona puede sentir la masa de la pelota por la tensión en la cuerda. Habiendo realizado esta maniobra antes de la recogida, y ahora después, los ingenieros pueden medir el cambio en la masa del cabezal de recolección como resultado de la muestra en su interior.

Si después de todas estas pruebas los investigadores están seguros de que tienen la muestra, tomarán la decisión de almacenarla el 30 de octubre. Para ello, ordenarán al brazo robótico que coloque el cabezal del recolector de muestras en la cápsula de retorno de muestras (SRC), ubicada en el cuerpo de la nave espacial. SRC se cerrará y la nave espacial se preparará para su partida de Bennu en marzo de 2021.

Sin embargo, si resulta que la nave espacial no recolectó suficiente muestra en Nightingale, intentará otra maniobra TAG el 12 de enero de 2021. Si eso ocurre, aterrizará en el sitio llamado Osprey, que es otra área relativamente libre de rocas dentro de un cráter cerca del ecuador de Bennu.

La nave espacial está programada para regresar a la Tierra el 24 de septiembre de 2023, cuando lanzará el SRC en paracaídas hacia el desierto occidental de Utah, donde los científicos estarán esperando para recogerlo.

 

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