Las predicciones del equipo sugieren que las temperaturas superficiales de estos exoplanetas son hasta 16 grados Celsius más frías de lo que se había estimado previamente. El grosor estimado de las capas de hielo varía significativamente, desde aproximadamente 58 metros para Proxima Centauri b hasta 1,6 kilómetros para LHS 1140 b, llegando a asombrosas 38,6 kilómetros para MOA 2007 BLG 192Lb. Esto se compara con un promedio estimado de casi 29 kilómetros para la capa de hielo de Europa.
La actividad prevista de los géiseres también muestra un rango amplio, comenzando desde aproximadamente 8 kilogramos por segundo para Kepler 441b, aumentando a 290,000 kilogramos por segundo para LHS 1140 b y alcanzando la impresionante cifra de 6 millones de kilogramos por segundo para Proxima Centauri b. Estas cifras contrastan con la actividad de los géiseres en Europa, estimada en 2,000 kilogramos por segundo.
Vida extraterrestre en géiseres oceánicos de exoplanetas
La Dra. Goddard enfatizó el potencial de detectar actividad geológica en estos exoplanetas a través de la observación de géiseres. A medida que exoplanetas como Proxima Centauri b y LHS 1140 b pasan frente a sus estrellas, los telescopios pueden detectar disminuciones en la luz estelar debido al vapor de agua, lo que podría indicar erupciones criovolcánicas y proporcionar pistas sobre la habitabilidad de estos mundos lejanos.
Para los planetas que no cruzan sus estrellas desde nuestra perspectiva, los telescopios avanzados podrían detectar la actividad de los géiseres a través de la luz reflejada por el exoplaneta. Estas observaciones podrían revelar la composición de los géiseres, ofreciendo una mayor comprensión de las posibilidades de vida en estos mundos distantes.
En resumen, este estudio de la NASA no solo expande nuestras posibilidades en la búsqueda de vida extraterrestre, sino que también desafía nuestra comprensión de dónde podría existir vida en el vasto universo. Con investigaciones continuas y avances tecnológicos, nos acercamos cada vez más a responder a la antigua pregunta: ¿Estamos solos en el universo? Este emocionante descubrimiento nos invita a contemplar un futuro donde la vida más allá de la Tierra pueda ser una realidad palpable.