La NASA abre a la investigación las muestras lunares recogidas en las misiones Apolo

Durante las misiones que llegaron hasta la superficie de la Luna del programa Apolo se recogieron muestras lunares que hasta ahora la NASA mantenía bajo llave.

Luna, cara oculta / NASA

Entre 1969 y 1972, el programa Apolo consiguió alcanzar la superficie lunar en seis ocasiones en misiones tripuladas. Durante estos viajes se exploró el satélite y se obtuvieron diversas muestras lunares. En total fueron 382 kilos de roca traída de la Luna.

Hasta ahora todo este arsenal para la investigación estaba en manos de la NASA y con acceso vetado. Sin embargo, en el año en que se cumple el 50 aniversario de la llegada del Amstrong y Aldrin a la Luna, la organización espacial ha decidido abrir este tesoro a otros investigadores.

A partir de ahora, geólogos y otros especialistas podrán estudiar las muestras lunares que se recogieron y que han permanecido almacenadas hasta medio siglo. Y es que hoy en día la NASA considera que existen medios tecnológicos lo suficientemente avanzados como para obtener mucha mayor cantidad de información.

Algunas de estas muestras se han preservado en un ambiente lunar , con las condiciones adecuadas. Otras se han mantenido al vacío u otras se han investigado desde el ambiente terrestre. A lo largo de estos años se han obtenido datos importantes a partir de estas muestras lunares. Pero ha llegado el momento de que entre gente nueva en la investigación.

Una oportunidad para saber

La NASA admite que aún a día de hoy siguen aprendiendo de las muestras lunares. No solo sobre la Luna sino también sobre el Sistema Solar y sus planetas. Explorando las rocas de la Luna se ha sabido la edad de las superficies de Marte y de Mercurio. También se ha llegado a la conclusión de que Júpiter y los otros planetas grandes al principio estaban más cerca del Sol.

Estos conocimientos provienen de más de 100.000 muestras de roca lunar. Seguro que entre todas ellas encierran detalles interesantes que ahora ya están listos para desvelarse. Como ocurrió con el misterio de algunas muestras que trajeron del Apolo 12, donde había materia orgánica. Se trataba de contaminación terrestre. Incluso los impactos de asteroides y de meteoritos podrían haber contribuido a esta materia.

Pero esto solo se pudo verificar décadas después de observarlo. De ahí que sea tan importante la apertura de estas muestras lunares a otros investigadores. Más en un momento en que la NASA se ha propuesto volver a la Luna en una fecha tan cercana como 2024.

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