La inteligencia artificial, más presente de lo que imaginamos

La IA es un mercado imparable, y actualmente resultaría imposible concebir el mundo actual sin su desarrollo.

Marie Perod, Masqueapple

Muchas veces, cuando hablamos de inteligencia artificial, lo primero que se nos viene a la mente es la imagen de un robot o de tecnologías muy sofisticadas. Sin embargo, está presente en nuestro día a día, aunque en muchas ocasiones ni nos demos cuenta de ello. La IA es un mercado imparable, y actualmente resultaría imposible concebir el mundo actual sin su desarrollo.

En nuestra vida cotidiana, basta con navegar en internet para que la inteligencia artificial haga acto de presencia. Los motores de búsqueda estudian nuestros hábitos y comportamientos. Cuando realizas una compra, enseguida aparece una serie de sugerencias de posibles productos que te interesaría comprar. Se utilizan algoritmos de autoaprendizaje que analizan lo que hemos comprado, lo que hemos visto e incluso el horario en que lo hemos hecho. Lo mismo sucede en servicios como Netflix, Spotify o Youtube, que prácticamente conocen nuestros gustos y nos ofrecen películas, series, canciones o vídeos basándose en nuestras preferencias.

Los asistentes personales, poco a poco, van siendo imprescindibles. La mayoría de los Smartphones cuentan con uno, como el caso de Siri de Apple, al que podemos hacerle una infinidad de preguntas. Establecemos relaciones con una IA, que nos estudia y analiza, a través de lo que se conoce como “Machine Learning” (aprendizaje automático), y es capaz, entre otras cosas, de reconocer nuestra voz.

Los asistentes virtuales que colocamos en nuestros hogares, como el Google Home o el Alexa de Amazon están evolucionando hasta el punto de aprender de nuestras rutinas y comportamientos, para ofrecernos las mejores respuestas. El paso siguiente es la integración de estos asistentes con los electrodomésticos de nuestras casas. A través de una simple orden de voz podremos encender el hornoponer la lavadorao regular las luces a nuestro gusto, transformando así la vivienda en una Smarthome o casa inteligente, capaz de adaptarse a todos nuestros gustos y necesidades.

Pero estos asistentes virtuales han ido un paso más allá, y están empezando a incorporarse en los vehículos, que a su vez también se están transformando en coches inteligentes, como es el caso del Tesla. En Alemania el servicio postal nacional, Deutsche Post Dhl, utilizará la tecnología de Nivel 5 de Nvidia para incorporar camiones autónomos que entregan o recojan sus paquetes sin necesidad de piloto.

La IA, sin duda nos ofrece muchas ventajas en campos tan importantes como el de la medicina. Los estudios de sus posibles aplicaciones en la salud se han multiplicado en los últimos tiempos. Desde la Universidad de Laval, en Canadá, están llevando a cabo investigaciones para usar la IA en las consultas médicas de atención primaria, de manera que a través del aprendizaje automático, sean capaces de ayudar a establecer la evolución de un diagnostico en diferentes patologías.

La cirugía robótica es un hecho: el robot Da Vinci que ya se emplea en varios hospitales de todo el mundo, ha demostrado ofrecer una serie de mejoras en la recuperación postoperatoria del paciente, al realizar cirugías más precisas y menos invasivas que las tradicionales.

Sin embargo, la IA también cuenta con su parte negativa: el mal empleo que algunos pueden hacer de ella es capaz de crear daños irreversibles. Un claro ejemplo, es la manipulación que en los últimos meses se ha llevado a cabo en material pornográfico. Se conoce como deepfakeporn, y utilizan la IA para a través de una serie de algoritmos informáticos manipular y reemplazar en escenas sexuales el rostro, sustituyéndolo por lo de artistas conocidas como Emma Watson, Cara Delegvine, Taylor Switf entre otras. Ante esta suplantación, páginas como Reedit o Twitter han tenido que cambiar sus términos de uso para evitar la proliferación de estos contenidos.

Por ellos debemos ser conscientes de las mejoras que la IA supone en nuestras vidas, pero a la vez saber emplearla con prudencia, ya que como advirtió el propio Elon Musk, uno de los principales innovadores en cuanto al desarrollo de la IA: “Las máquinas podrían comenzar una guerra publicando noticias falsas, robando cuentas de correo electrónico y enviando notas de prensa falsas, solo con manipular la información”.

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