La forma en la que respiras afecta a tu cerebro
October 24, 2018 Bienestar , NoticiasUn equipo de neurocientíficos ha analizado el vínculo entre el olfato y la memoria.
Algunos estudios han sugerido que un sentido del olfato dañado puede predecir la demencia, y otros se han enfocado en encontrar las causas de esto. Además, las investigaciones más recientes muestran que las personas con una buena memoria espacial pueden identificar mejor los olores. La información relacionada con el tiempo y el espacio está presente en el núcleo olfativo anterior, un área del cerebro que está involucrada en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
En el camino para desentrañar este misterio que relaciona los olores y el cerebro, un equipo de científicos ha encontrado varias pistas interesantes.
El nuevo estudio, publicado en la revista The Journal of Neuroscience, agrega la respiración también en esta mezcla. La investigación, realizada por científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia), encuentra que la respiración a través de la nariz, en lugar de la boca, mejora la memoria olfativa.
Respirar por la nariz puede ayudar a la memoria
Los neurocientíficos pidieron a un equipo de participantes masculinos y femeninos que aprendieran 12 olores nuevos en dos ocasiones distintas. Después de cada “sesión de inhalación”, pidieron a los participantes que respiraran por la nariz o por la boca durante 1 hora.
Cuando terminó este tiempo, los participantes olieron los viejos 12 aromas junto con la otra docena de nuevos. Luego, decidieron qué olores eran los antiguos y cuales los nuevos. En general, cuando los voluntarios respiraban por la nariz, memorizaban mejor los olores que cuando respiraban por la boca.
“Nuestro estudio muestra que recordamos los olores mejor si respiramos por la nariz cuando la memoria se está consolidando, el proceso que tiene lugar entre el aprendizaje y la recuperación de la memoria. Esta es la primera vez que alguien lo ha demostrado”, explica Artin Arshamian, líder del trabajo.
Como explican los científicos, investigaciones anteriores han demostrado que los receptores olfativos del cerebro pueden captar no solo el olfato, sino también pequeñas variaciones en el flujo de aire, en las que se activan diferentes partes del cerebro tras la inhalación y la exhalación.
Sin embargo, los científicos actualmente no saben de qué manera estos distintoss patrones de respiración afectan el comportamiento humano.
La amígdala, que es una pequeña región del cerebro que procesa información sensorial, está cerca del hipocampo que almacena la memoria
Usando estas nuevas herramientas, Arshamian y su equipo planea descubrir el mecanismo exacto responsable del efecto que la respiración tiene en la memoria olfativa.
“El siguiente paso es medir lo que realmente sucede en el cerebro durante la respiración y cómo se relaciona esto con la memoria”, dice el autor principal del estudio.
“Esto era anteriormente una imposibilidad práctica ya que los electrodos debían insertarse directamente en el cerebro. Hemos logrado solucionar este problema y ahora estamos desarrollando, junto con mi colega Johan Lundström, un nuevo medio para medir la actividad en el bulbo olfativo. Y sin tener que insertar electrodos”, aclara Arshamian.