Kitekraft: aerogeneradores voladores autónomos para generar electricidad a mitad de precio

Generar energía limpia y barata con aerogeneradores voladores: eso es lo que se ha propuesto la start-up muniquesa Kitekraft.

Según la empresa, Kitekraft es la única solución técnica y económicamente viable a pequeña escala (desde unos 10KW) hasta una escala muy grande (10MW).

La empresa alemana Kitekraft está desarrollando aerogeneradores voladores que requieren 10 veces menos materiales para su desarrollo que los aerogeneradores tradicionales.

La empresa acaba de anunciar el éxito de las pruebas de vuelo, que describe como un «hito importante hacia nuestro primer producto de 100kW«.

En su página web, Kitekraft explica que la menor necesidad de materiales para su turbina voladora, que usa un anclaje en lugar de una enorme torre, permite reducir los costes de su energía a casi la mitad de la producida por los parques eólicos tradicionales a escala de megavatios.

Su huella de carbono también es menor que la de los aerogeneradores convencionales, dice la empresa, en parte debido a que las grandes torres de aerogeneradores suelen transportarse por carretera.

Energía renovable eficiente con una fracción de la infraestructura.

Para lograr sus objetivos, Kitekraft, que recientemente ha completado una estancia en la aceleradora tecnológica Y Combinator, ha desarrollado un dron cometa híbrido autónomo que genera energía mediante ocho pequeños rotores a bordo.

La energía producida por la aeronave se envía por un cable a una estación terrestre conectada a la red.

Los creadores de Kitekraft afirman que su prototipo genera la misma energía que las puntas de las palas de los grandes aerogeneradores -la parte más rápida de la pala- con una fracción de la infraestructura necesaria.

La tecnología también puede adaptarse para ser usada en alta mar.

Sólo se necesita una estación de tierra para la cometa, como una boya flotante. No se necesitan cimientos, como una enorme torre que vaya al fondo del mar. Si los vientos son demasiado fuertes, las cometas pueden bajarse simplemente para evitar que se dañen las máquinas.

Florian Bauer, codirector general de Kitekraft

Para empezar, Kitefraft pretende desplegar sus máquinas en microrredes de islas remotas, donde el transporte de grandes infraestructuras de parques eólicos y otros sistemas de energía renovable no es factible.

Además, sus máquinas son menos molestas -apenas son visibles desde la distancia-, lo que significa que también podrían probarse en comunidades que se han opuesto a las propuestas de grandes parques eólicos.

Ya están planeando instalaciones piloto en los alrededores de Múnich para finales de año. Esta central de 20 kW está pensada para las microrredes que actualmente no tienen prácticamente energía eólica que aprovechar, incluso cuando el viento sopla con fuerza, porque la logística o la visibilidad de un aerogenerador convencional no es una solución económicamente viable.

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