Orientarse en un lugar que no se conoce es uno de los problemas más acuciantes para los habitantes de las grandes ciudades. Por eso los navegadores móviles gozan de tanta popularidad. Sin embargo, en algunos casos es difícil para los usuarios de estos servicios y aplicaciones orientarse y saber por dónde están yendo. Además, tienen que mirar en la pantalla constantemente para seguir la ruta marcada. Eso hace que se pierda la atención de lo que está a su alrededor y aumente el riesgo de sufrir un accidente.

El calzado inventado por los alumnos de la MEPhI muestra el camino hacia el punto de destino. Su funcionamiento es fácil: cuando es necesario girar a la derecha, el zapato del pie derecho empieza a vibrar; cuando se debe girar a la izquierda, vibra el zapato izquierdo.

“Hemos diseñado un módulo electrónico que se sincroniza con una aplicación móvil especial a través de bluetooth y que recibe la información sobre la ruta. Cumple todas las funciones necesarias sin obstaculizar el camino, y puede fijarse en los cordones”, señalan los autores del proyecto BiGiPiS, Alexander Pinchuk y Maxim Levkin.

El usuario debe usar el teléfono solo una vez: después puede disfrutar tranquilamente del paseo. Además de la navegación, el sistema calcula la distancia caminada y el número de pasos y de calorías quemadas. Se puede ver esta información en la aplicación móvil.

El equipo planea continuar desarrollando el proyecto porque el mercado de la ropa inteligente crece año tras año. Pinchuk y Levkin creen probable que dentro de un tiempo la popularidad de las zapatillas inteligentes sea comparable a la de los relojes inteligentes.

El vicedirector del Instituto de Sistemas Cibernéticos Intelectuales de la MEPhI, Valentín Klímov, se muestra convencido de que el diseño de estos alumnos es muy interesante y que sus autores tienen talento.

“Los alumnos de nuestros liceos ya desarrollaron en otras ocasiones originales proyectos. Por ejemplo, el año pasado, diseñaron un sistema multifuncional de orientación para personas con baja visión y ganaron el concurso internacional de equipos de ingenieros jóvenes”, pone como ejemplo.

Ahora estos jóvenes son estudiantes del primer año de la universidad, añade. Lo que pone de relieve el alto nivel de preparación de los alumnos.

Según Klímov, los estudiantes y científicos jóvenes de la MEPhI participan en otros proyectos que facilitan la vida de los minusválidos. Por ejemplo, para las personas con movilidad reducida los empleados de la universidad diseñaron una silla de ruedas que se controla con el movimiento de ojos. Un estudiante de la Escuela Superior de Ingeniería de la MEPhI diseñó una prótesis biónica que ayuda a las personas que perdieron extremidades a llevar una vida normal.

“Los alumnos interesados en el diseño tecnológico suelen ganar olimpiadas o concursos de ingeniería, lo que les otorga privilegios a la hora de ingresar en la MEPhI. Estudiando en nuestra universidad pueden participar en concursos internacionales y cosechar nuevos éxitos”, concluye Klímov.

Sputnik